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El diseñador francés Christian Dior dijo: “La gente no lleva lo que le gusta. Le gusta lo que lleva”. De ese modo, podemos admitir que buscamos aquello que nos confiere satisfacción al momento de vestir. Como los accesorios forman parte de esto, no es absurdo pensar que un bolso, una mochila o una cartera deben adecuarse, también, a esta lógica.
Así nace el emprendimiento Mochilarte, que busca captar los gustos y preferencias de cada individuo en una pieza única. La ejecutora tras estas ideas es la diseñadora Sandra Cano y, si bien dista en el tiempo y geografía de los planteamientos de este maestro de la moda universal, adquiere desde su iniciativa similares parámetros.
Oriunda del distrito Dr. Juan Manuel Frutos (Caaguazú), empezó a transitar entre pespuntes, hilos y husos gracias a la motivación de un familiar. “Mochilarte fue una casualidad, empezando desde las mochilas hasta el nombre”, añade a las anécdotas.
De hecho, fue un amigo el que le dio nombre a la iniciativa, que con tanta satisfacción realiza actualmente. “Conseguí una máquina industrial y no quise cambiarla por otra de menor porte, porque era la que ya tenía (risas). Hice mi primera mochila para una amiga; luego, para las amigas de esta amiga y ya no paré”, rememora. Los materiales más utilizados en sus confecciones son géneros de distinto grosor y entramado, además de cuerina. Para los detalles delicados y acabados finos, incorpora apliques y pasamanería.
Sandra asegura que los bolsos, carteras y mochilas de su marca son para toda la familia, para regalar o regalarse. “Las piezas van desde bolsos maternales, neceseres, bolsos térmicos hasta morrales para hombres y mujeres”, refiere y hace hincapié en que las piezas son personalizadas.
Conozcan más de esta iniciativa en las redes sociales de Mochilarte.
carlos.canete@abc.com.py