Vendiendo música paraguaya al mundo

"Lo que sea que hagas, si es medianamente bueno, sí o sí va a tener cierta relevancia, porque en nuestro país todo está por hacerse", comenta Mark Meyer (20), joven dueño y fundador de la empresa Random Sounds. La misma ayuda a bandas paraguayas a vender sus músicas al mundo a través de las diferentes plataformas de internet.

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"Mi sueño es ayudar a la cultura y establecer vínculos internacionales para los músicos de acá", indica Mark. Según el joven, tenemos artistas de primer mundo, pero no hay plataformas que les permitan surgir. "Si pedís consejos a la gente experimentada, en nuestro país siempre te van a ayudar porque todos son buena onda. A mí siempre me dieron una mano", explica al referirse a sus inicios.

A los 15 años, a Meyer se le ocurrió crear su propio blog, este hecho lo inició en el mundo del emprendedurismo. Escribía sobre todo tipo de temas y así logró llamar la atención de una página digital llamada Blogdeonda, cuyos dueños le invitaron a redactar en este portal. Tiempo después, también partició en DementesX, Fanix y Rockpy.com, de este modo se metió mucho en el mundo de la música al escribir artículos y cubrir eventos.

Gracias al trabajo que realizó en los blogs, a los 18 años empezó a laburar en producción de conciertos, como asistente de campo en Garcia Group y luego en 7 producciones. Cuenta que a veces salía del cole e iba al Jockey con el uniforme puesto. "Fue un sueño para mí porque conocí a las bandas que más me gustaban y a artistas como Slash. A menudo trabajábamos 24 h seguidas, pero me encantaba; siempre decía que iba a hacerlo hasta sin cobrar", relata.

Asimismo, Mark participa actualmente en un programa llamado Cha en la Rock & Pop, y fue invitado a universidades para dar charlas en las cuales cuenta su experiencia en el área digital. Todo esto sin dejar de lado sus estudios, pues sigue la carrera de Análisis de Sistemas. Finaliza instando a todos a que nunca tengan miedo de intentar; lo que se imaginan podría ser un gran proyecto. Jamás piensen que la edad es una barrera para empezar a emprender.

Por Lía M. Barrios (20 años)

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