Accidentes y traumatismos

El doctor Jorge Duarte, neurocirujano, informa que existe un equipo especializado que recibe al accidentado en el Hospital de Trauma; primero se asegura que el paciente respire, que tenga la vía aérea permeable y se controlan los signos vitales. Si hace falta se le intuba, se ventila o se le desobstruye las vías aéreas y luego se le canaliza, es decir, se pone una vía para transportar líquido o sangre en pacientes que puedan estar shockeados.

“También se realiza un examen general, se asegura la vitalidad del paciente, luego se empieza a analizar por orden o sistemas, si se trata de un traumatismo de cráneo importante que pueda poner en riesgo la vida del afectado, o si es un traumatismo torácico o abdominal. Inclusive se observa si se trata de una fractura de pelvis o de miembro, pues estas son causas de mucha pérdida de sangre. Es necesario el análisis completo del paciente, a cargo de un equipo de cirujanos y especialistas en trauma”, agrega.

Si la gravedad del paciente orienta hacia una neurocirugía por ejemplo, el profesional apunta que “se analiza el estado de conciencia del paciente, es decir, si está o no en coma, si está despierto, si mueve bien los brazos o las piernas, y en forma inmediata –ante la sospecha de algún tipo de lesión cerebral– se indica una tomografía con la cual se constata la presencia o no de una lesión, un coágulo, la presencia de un cuerpo extraño en el cerebro o el hundimiento del hueso”.

El tipo de cirugía dependerá de la lesión del paciente, “puede consistir en drenar el coágulo de sangre, levantar el hueso hundido o bien retirar el cuerpo extraño. Y en muchos casos cuando el cerebro se encuentra muy hinchado y no hay un coágulo o algo específico que esté comprimiendo, se hace la cirugía descompresiva. Consiste en retirar el hueso que cubre una parte importante del cráneo para que el cerebro pueda expandirse y no comprimirse dentro de la caja ósea. “Siempre se usa un catéter que mide la presión dentro del cráneo, de modo de darle un tratamiento adecuado dentro de la terapia intensiva al afectado”, enfatiza.

Los procedimientos se practican en una unidad de terapia intensiva, con todos los equipos que hagan falta para monitorizar o medir la presión de la cabeza, la presión arterial, ver que entre la cantidad adecuada de oxígeno, etc.

“Una vez que se preserva la vida con el menor daño posible –ya que en la mayoría de los casos el paciente ingresa con un daño irreversible–, se continúa la segunda parte del tratamiento: las secuelas de ese accidente con un fisioterapeuta”, finaliza.