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El estilo de vida saludable ayuda directamente a la prevención del cáncer de mama y también a su tratamiento. Según el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) del Brasil, es posible reducir un 40% el número de casos de cáncer controlando solo los factores de riesgo. Por eso es importante invertir más en prevención, como cambios de estilo de vida, que en nuevos tratamientos.
Algunas recomendaciones para la prevención del cáncer de mama consisten en: considerar al azúcar como el gran villano para la mama enferma. La glucosa altera el pH sanguíneo, favoreciendo la división celular equivocada, además de aumentar la insulina que estimula el desarrollo del tumor.
Consuma alimentos como frutas, verduras, semillas y menos productos industrializados. En cambio evite comer carne roja y pollo industrializado en exceso. El consumo de alcohol es directamente proporcional al riesgo de cáncer de mama, o sea, cuanto mayor es la ingestión de alcohol, mayor es el riesgo de cáncer de mama.
Además, viva sin fumar y evite la contaminación, en lo posible. Practique actividades físicas, pues son fundamentales para la prevención y resultados de los tratamientos del cáncer de mama, además de reducir la fatiga de quien está en proceso de quimioterapia.
Cultive buenas emociones y espiritualidad, ya que estas prácticas se relacionaron con el aumento de la inmunidad en las mujeres con tumores de mama (metastásico). Haga su examen regularmente después de cumplir los 30 años; solicite a su médico el examen de mamografía.
Fuente: Kurotel - Centro Médico de Longevidade y Spa de Gramado (RS), Brasil.