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“En la guardería o prejardín los padres y encargados de estas instituciones deberán ser conscientes de que sus hijos o alumnos estarán en contacto con otros niños, por lo que deberán controlar, ya que la responsabilidad es compartida.
Las agendas de vacunaciones deberán estar completas y tener una constancia de las mismas firmadas por el pediatra tratante. “Ponemos énfasis en recordar que aquellas enfermedades que son prevenibles, como las paperas, rubéola y el sarampión, otras como la varicela y hepatitis A, todas estas son prevenibles por vacunas. Y una cobra importancia relevante, que actúa contra la influenza, debe ser el pilar para controlar los casos de influenza (gripe H1N1 por ejemplo), que se diseminan en guarderías y pueden ser casos muy graves”, dijo el profesional.
Las vías respiratorias
El Dr. Moreno apuntó que “existen patógenos que son transmitidos por las vías respiratorias de los niños y también del personal de la guardería. “Se deberá controlar que los niños no tengan fiebre, acompañada de rinorrea y recordar que existen dos tipos de infecciones en estos grupos etarios:
Las infecciones bacterianas
El Haemophilus influenzae tipo B: es causa importante en lactantes y niños pequeños de meningitis, otitis media, epiglotitis, artritis séptica, bacteriemias, celulitis y neumonía.
Neumococo: también es una causa frecuente de cuadros de neumonías, otitis y cuadros acompañados de artritis e incluso afecta al corazón. También el tracto respiratorio suele ser el foco de diseminación.
Neisseria meningitidis: las manifestaciones clínicas que suelen presentar los pacientes afectados por este microorganismo incluyen meningitis, septicemia, artritis y neumonía, que pueden presentarse aisladamente o en forma combinada. Algunos pacientes desarrollan una enfermedad fulminante. El organismo puede colonizar en forma asintomática el tracto respiratorio superior y ser el foco de diseminación. La transmisión es de persona a persona, a través de las gotitas de secreción infectadas. La enfermedad se presenta con más frecuencia en niños menores de 5 años.
Bordetella pertussis: esta bacteria produce la enfermedad conocida como coqueluche, que evoluciona en 3 estadios, catarral, paroxístico y convalecencia. No hay fiebre y la fase paroxística se caracteriza por los accesos de tos, con estertores inspiratorios, seguidos a veces de vómitos, durando desde pocos días hasta 3 a 4 semanas”.
Infecciones virales
“La transmisión de infecciones virales es directa, de persona a persona”, explicó el Dr. Moreno, y los agentes se eliminan con las secreciones nasales, expelidas al toser. “Pueden transmitirse también por vía aérea, por medio del contacto con las gotas contaminadas. Los virus presentes en las secreciones nasales pueden contaminar las manos del enfermo y los objetos que este manipula. En estos casos el contagio se produce por el contacto con materiales o manos contaminadas con las secreciones nasales del enfermo”.
Hay que recordar que es necesario lavarse las manos para prevenir enfermedades.