Vertigo indeseable

Desesperante descontrol con movimientos circulares agobian a los que sufren vértigo, con un miedo atroz ante su repetición. Algunos pacientes gritan como si estuvieran en medio de un huracán.

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La doctora Mireya Ramírez de Moreno, otorrinolaringóloga, aborda el problema del vértigo.

–¿Por qué sufrimos mareos y vértigos?

–Los mareos se producen como consecuencia de una información errónea que llega al cerebro acerca de la relación de nuestro cuerpo con el espacio que nos rodea. Diferenciamos el mareo (que es una sensación de malestar inespecífico) del vértigo, que es una sensación de giro, de que todo da vueltas, y que puede estar acompañado de náuseas, vómitos, palidez y sudoración. A veces puede haber disminución de audición o zumbidos en los oídos.

–¿Qué puede esconder esta sensación tan desagradable?

–Estas sensaciones pueden alertar sobre diversas situaciones: alteraciones a nivel del oído, problemas neurológicos, cardiovasculares, aumento o descenso de la presión arterial, de la glicemia, alteraciones hormonales o de los lípidos y otras.

–¿Cuáles son los pasos a seguir para descubrir su origen?

–Son necesarios un control clínico y laboratorial general; y de acuerdo a esto se orienta al paciente hacia el especialista correspondiente (otoneurólogo, otorrinolaringólogo, neurólogo, cardiólogo, endocrinólogo, etc.). El médico examinará al paciente y solicitará los estudios que considere necesarios para descubrir la causa de los mareos.

–¿Si es un problema del oído, se observa alguna característica especial?

–En muchos casos, el oído interno es el afectado, pues es el lugar donde se encuentran los receptores sensorioneurales del equilibrio. Por ejemplo, con relativa frecuencia puede ocurrir el desprendimiento de unos cristales llamados otoconias, produciendo el vértigo posicional paroxístico benigno. Se manifiesta a través de vértigo o mareo desencadenado especialmente al incorporarse, acostarse, girar en la cama, agacharse o llevar la cabeza hacia atrás.

–¿Cómo se diagnostica?

–Los vértigos que se originan en el oído interno se diagnostican a través de las pruebas vestibulares, tests clínicos en el consultorio médico. Si hace falta, se realizan otros estudios más complejos como la videonistagmografía, electrococleografía, potenciales evocados vestibulares miogénicos y potenciales evocados auditivos, según necesidad.

mirtha@abc.com.py

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