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“Nos queda ver la manera de minimizar los problemas de congestionamientos y las penurias de los compradores en el paso”, expresó el funcionario comunal.
Las mejoras que son encaradas en la pasarela corren por cuenta de Brasil. Florenciáñez explicó que la Comuna esteña y también otras instituciones de ambas fronteras participan en materia de la coordinación del paso. “Hubiéramos deseado que termine lo antes posible, pero la recesión que afecta al Brasil obliga a realizar ajustes que están afectando el avance de las obras”, dijo.
La finalización de los trabajos estaba prevista inicialmente para fines de este mes o inicios de octubre.
“El paso vehicular se viene implementando a través de un sistema de semáforos, cuyo funcionamiento se extiende en el horario paraguayo, desde las 7:00 hasta las 15:00, de lunes a viernes, a excepción de los sábados, domingos y feriados, tanto aquí como en la otra margen. En estos días el tránsito es libre y no sufre ninguna interrupción”, alegó el director comunal.
Florenciáñez aclaró que los trabajos son delicados, que están relacionados con la misma estructura del puente, por lo que no se puede encarar con apresuramientos. Dijo que el mantenimiento consiste en la renovación total del cementado, refuerzo de la estructura, renovación de varillas, del cerco de seguridad y la iluminación que en los últimos tiempos solo funcionaba en un cuarenta por ciento.
Las obras comenzaron en enero pasado con un costo de 10 millones de reales, unos G. 18.000 millones.