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El resultado de unos ocho años de investigación y trabajo de campo fue expuesto en la 43° edición de la citada feria desarrollada desde el 14 hasta el 19 de abril pasado, congregando a inventores de unos 250 países, especialistas en diversas áreas. Wenger se alzó con el oro en la categoría de medio ambiente en la primera ocasión en que nuestro país es representado en un evento de esta naturaleza.
El proyecto denominado “Pirolisis Catalítica de Residuos Plásticos y Neumáticos”, responde al grave problema que representa para el medio ambiente la acumulación de plásticos y principalmente cubiertas, por el tiempo que tarda en descomponerse. La propuesta de este proyecto es utilizar todos los desechos plásticos no reciclables existentes en los vertederos municipales como materia prima.
La idea de Wenger consiste básicamente en devolver el plástico a su estadio anterior para que adquiera una mayor utilidad como combustible. Según el químico, de las muchas opciones que existe para aprovechar el plástico, la suya resulta la más económica y puede llegar a solucionar una parte de esta problemática.
“Recogés una bolsa de supermercado me das a mí y hago combustible se saca un 75% de combustible, el resto son gases y un 3% es materia prima, es decir óxidos de titanio y de zinc que pueden utilizar las empresas que lo necesiten, en este proceso prácticamente nada se pierde y no queda nada de cenizas” explicó.
El proceso se obtiene mediante el uso de catalizadores naturales provenientes de la arcilla montmorillonita existente en el Paraguay. El secreto para obtener un mejor rendimiento en combustibles consiste en la composición exacta de microelementos presentes en la arcilla y mediante la adición de otros elementos catalíticos.
El inventor compatriota además de presentar su innovación tuvo la oportunidad de conocer la experiencia de otros países en la materia y reconoció que el panorama actual no es alentador, al contrario, los niveles de contaminación tienden al aumento por la falta de políticas de Estado en materia ambiental.
“La cruda realidad es que solo un 15% de la basura se recicla, el resto va a parar a los vertederos, en el Océano Pacífico hay islas enteras de desechos flotando sobre el mar, África se hunde en plástico porque es el vertedero de Europa, los países pobres con salida al mar reciben la basura europea a cambio de dinero, es como vivir sobre Cateura y los europeos tampoco tienen una solución”, señaló.
A ello se suma la resistencia de grandes compañías de plástico a implementar modelos de desarrollo sostenible con respeto al medio ambiente, Wenger se puso a sí mismo como ejemplo de esta realidad, comentó que en varias ocasiones se acercó a grandes compañías a fin de darle un mayor impulso a su invención sin obtener una respuesta, traducida en hechos concretos.
“Ya gasté mucha saliva, las empresas grandes dan un paso atrás porque es un proyecto que necesita mucha inversión, ellos prefieren hacer plástico para ganar dinero o vender lo más rápido posible los palets, esto se puede reciclar solamente cuatro veces y luego se tira, pero aún así tengo mente positiva”, afirmó.
En otro momento destacó que con apoyo del Parque Tecnológico Itaipú está en proceso un plan piloto de instalación de una planta en la localidad de Salto del Guairá que sería inaugurada a fines de agosto próximo, aunque aclaró que se trata de una fecha estimativa debido a las complejidades propias del proyecto.
“Hay procesos internacionales de este tipo, pero no son continuos, el nuestro va trabajar las 24 horas del día y vamos a usar todas las cubiertas y plásticos, sacamos combustible y por sobre todo alivianamos los vertederos de basura que residen ahí”, destacó.