Parálisis del Sueño

Gustavo recientemente comentó muy preocupado su experiencia: acostado en la cama sintió como despertaba de su descanso nocturno cuando fue invadido por una extraña sensación de no poder levantarse de la cama, intentaba moverse pero sin poder lograrlo, ya desesperado ante esa situación intentó gritar y pedir ayuda pero no podía emitir ningún sonido. Gustavo pensó que se estaba muriendo, pero luego de la resignación finalmente abrió los ojos y su día transcurrió con total normalidad.

Como tantas otras personas, nunca escuchó de la parálisis del sueño y era la primera vez que tenía esa experiencia. Estadísticamente hablando, más de la mitad de las personas han tenido esa misma sensación al menos una vez en la vida.

Por más inquietante que pueda ser este fenómeno, no existe un motivo claro por el cual sucede. Las investigaciones al respecto han encontrado que se presenta más comúnmente en personas con alto estrés, con aquellos que no tienen buenos hábitos de sueño o por el consumo de sustancias farmacológicas, sin embargo, ninguno de ellos se identifica como causa directa.

Existen algunos casos en donde ésta parálisis que sucede en el momento de despertar, va acompañada de una sensación extraña de sentirse observado, aunque no se pueda ver ni oír nada, hay reportes de personas que dicen que algo sucede en la habitación. Algunas culturas toman ésta situación como un evento paranormal, en México lo asocian a la presencia de entes sobrenaturales, sin embargo, se trata de una alucinación provocada por el bloqueo en la transición entre el sueño y la vigilia.

Hay experiencias que pueden llegar a ser aterradoras para personas que ya sufren de constantes pesadillas que de por sí provocan una agitación de la respiración, un bombeo acelerado de la sangre y hasta tensión muscular. Imagínense soñar imágenes monstruosas, violentas y desagradables y luego encontrarse en una situación de inmovilidad total, aumentando el terror entre el sueño y la vigilia.

Si bien la parálisis del sueño no es de gravedad en sí misma, puede llegar a ser incómoda si se repite de forma regular, por ello lo más recomendable para los que la padecen a menudo es evitar dormir menos de ocho horas, se recomienda también realizar ejercicios físicos, y si la frecuencia del fenómeno coincide con alguna medicación, se debería consultar con el médico de cabecera para cambiar la misma o disminuir la dosis de ser posible. La alimentación buena y saludable también es recomendada, debiendo evitar el excesivo consumo de carne roja, frituras, y bebidas artificiales.

Las actividades de meditación, respiración u otro medio de relajación a la hora de dormir contribuye a un buen descanso, un sueño agradable, reparador y disminuye notablemente la posibilidad de despertar parcialmente.

*Especialista en gestión de talento humano y orientación en psicología analítica.