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“Enrique Plancarte fue abatido en el estado de Querétaro”, cercano a la capital mexicana, dijo la fuente, que pidió el anonimato.
En 2010 el gobierno mexicano ofreció 10 millones de pesos (USD 750.000) por información que llevara a la captura de Plancarte.
Con esta muerte habrían sido abatidos o capturados tres de los cuatro grandes jefes de Los Caballeros Templarios, el principal cártel de la convulsa región de Michoacán (oeste) al que combaten tanto el gobierno como los grupos de autodefensa.
El 9 de marzo, las fuerzas de seguridad abatieron en Michoacán (oeste) a otro de los líderes de Los Caballeros Templarios, Nazario “El Chayo” Moreno, a quien las autoridades habían dado por muerto desde 2010, en un enfrentamiento con la policía federal, a pesar de que nunca se pudo econtrar su cuerpo.
Al frente del cártel -que opera principalmente en Michoacán, un estado con costas en el Pacífico- quedaría el exmaestro de primaria Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, también perseguido por las fuerzas de seguridad, y quien según versiones periodísticas se encuentra escondido en las montañas de Michoacán.
En 2010 la fiscalía federal difundió la ficha de Plancarte, a quien se ubicaba en “el segundo nivel de mando dentro de la organización delictiva (La Familia) junto con ‘La Tuta’”.
“Es uno de los principales traficantes de narcóticos hacia Estados Unidos. Actúa como enlace para la conservación de mercados y rutas y de contención a la estructura Golfo/Zetas”, añadía la policía federal en esa ficha.
El 27 de enero, el Ejército detuvo al tío de “Kike” Plancarte, que fungía como responsable de la prensa y relaciones públicas de Los Caballeros Templarios y era uno de los más buscados por el gobierno que lo procesó por delitos de delincuencia organizada, contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita.