Corea del Norte detiene a supuestos espías surcoreanos

SEÚL. Corea del Norte anunció la detención de dos supuestos agentes de inteligencia surcoreanos por espionaje y actividades subversivas, lo que abre un nuevo episodio de confrontación en las tensas relaciones entre las dos Coreas.

Cargando...

Los presuntos espías, identificados con los nombres Kim Kuk-gi y Choe Chun-gil, confesaron sus “crímenes” en una rueda de prensa en el Palacio de la Cultura de Pyongyang ampliamente cubierta por los medios oficialistas norcoreanos, que incluso divulgaron fotografías y vídeos de los detenidos.

Kim, de 60 años, y Choe, de 55, “fueron descubiertos y arrestados mientras perpetraban labores de espionaje contra la RPDC (Corea del Norte)” por orden de EEUU y el Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS), expuso el Ministerio de Seguridad Estatal en un comunicado divulgado por la agencia KCNA.

Pyongyang los definió como “terroristas que trabajaron duro para dañar el liderazgo supremo” de Corea del Norte, en una alusión a los tres dictadores de la dinastía Kim que gobiernan el país desde su fundación en 1948, y les atribuyó numerosas actividades subversivas.

El régimen les acusa, entre otros delitos, de introducir desde el exterior material informático y audiovisual con contenidos para “difamar” a los Kim, así como de haber entregado a la inteligencia surcoreana datos confidenciales sobre viajes del fallecido Kim Jong-il durante la última década.

El Gobierno de Corea del Sur, por su parte, reconoció a los detenidos como sus ciudadanos, aunque rehusó especificar si están relacionados con los servicios de inteligencia de Seúl y, de momento, no ha ofrecido más datos.

Un portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano afirmó, en todo caso, que las acusaciones de Corea del Norte “carecen de fundamento” y exigió la “liberación y repatriación inmediatas” de Kim y Choe para llevar a cabo su propia investigación sobre lo sucedido.

El caso se presenta como un nuevo escollo en las relaciones entre las dos Coreas, que desde hace meses mantienen la comunicación bloqueada por la constante tensión política y militar.

“El caso de los supuestos espías solo va a envenenar aún más el ambiente entre Norte y Sur, y aleja aún más la ya remota posibilidad de retomar el diálogo a corto y medio plazo”, comentó en Seúl el analista político surcoreano Shim Jae-hoon.

Corea del Norte ya retiene desde 2013 a un misionero surcoreano al que acusa de haber realizado labores de espionaje en el país. Sin embargo, en esta ocasión destaca que Pyongyang ha explicado en detalle, con datos y fechas, todas las supuestas actividades delictivas de los dos nuevos acusados.

En el caso de Kim Kuk-gi, el régimen asegura que a principios de la pasada década era misionero en la ciudad fronteriza china de Dandong, donde organizaba campañas de propaganda contra el régimen, hasta que en 2006 el NIS surcoreano lo contrató como “espía profesional”.

Desde entonces, expone el comunicado de la KCNA, el detenido “construyó una red de espionaje con unas 30 bases” en Dandong integradas en tiendas, restaurantes, empresas de comercio, hospitales y hoteles que realizaban actividades de “espionaje” y “terrorismo” para derrocar al régimen. Pyongyang también le acusa de “crear y distribuir ejemplares de literatura”, entre ellos discos compactos y tarjetas SD que difaman a los Kim, así como introducir propaganda religiosa y billetes norcoreanos falsos con el propósito de “desestabilizar y derrocar a la RPDC”.

En cuanto al otro acusado, Choe Chun-gil, de 55 años, se le acusa de recopilar información militar confidencial, incluyendo datos y materiales relativos a las instalaciones nucleares en las que el régimen fabrica sus bombas atómicas, para entregársela a las autoridades surcoreanas y estadounidenses.

El régimen también atribuye a Choe delitos de lo más variado, desde inducir a norcoreanos a desertar al Sur hasta introducir pornografía en el país o tratar de construir una iglesia protestante clandestina.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...