Cuatro platos de comida casera para hacerle a tu perro

Si este finde te sentís inspirado, probá con alguna de estas recetas y fijate cómo reacciona tu perro.

1. Pollo con arroz, un clásico para los perri-hijos

El pollo con arroz son una excelente base para una comida equilibrada para tu perro. El pollo proporciona proteínas de alta calidad, mientras que el arroz ofrece carbohidratos complejos y fibra.

Receta básica:

• Hervir pechugas de pollo sin piel y sin huesos hasta que estén bien cocidas.
• Cocinar el arroz integral según las instrucciones del paquete.
• Desmenuzar el pollo y mezclarlo con el arroz integral cocido.
• Agregar vegetales cocidos como guisantes o zanahorias para una nutrición adicional.

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2. Puré de calabaza y carne molida: fibra y hierro

La calabaza es una fuente fantástica de fibra y beta-caroteno (precursor de la vitamina A), mientras que la carne molida aporta hierro y proteínas.

Receta básica:

• Cocinar la carne molida en una sartén hasta que ya no esté rosada.
• Cocer al vapor la calabaza sin piel ni semillas y hacer un puré.
• Mezclar la carne y la calabaza en puré hasta lograr una consistencia homogénea.
• Agregar un toque de aceite de oliva para grasas saludables.

3. Huevo revuelto y espinacas: proteína y hierro

Los huevos son una proteína de alto valor biológico, y las espinacas aportan hierro y vitamina K.

Receta básica:

• Batir un par de huevos y cocinarlos en una sartén hasta que estén bien cocidos.
• Cocer al vapor espinacas frescas y picarlas.
• Mezclar los huevos con las espinacas, añadiendo un poco de queso cottage para calcio extra.

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4. Carne de vaca y papas: energía y vitamina

La carne de vaca o ternera es una fuente excelente de zinc y proteínas, mientras que las papas aportan carbohidratos y vitamina C.

Receta básica:

• Cocinar la carne de vaca magra en una sartén o hervir hasta que esté bien hecha.
• Hornear o cocer al vapor las papas hasta que estén suaves.
• Hacer puré las papas y mezclarlas con la carne cocida.
• Incorporar un puñado de perejil fresco para una dosis extra de vitaminas.

Antes de cambiar la dieta de tu perro o introducir alimentos caseros, consultá con tu veterinario para asegurarte de que estás cubriendo todas las necesidades nutricionales de tu mascota y para evitar alimentos que pueden ser perjudiciales para su salud.

Acordate de que cada perro es único y las cantidades y tipos de alimentos deben ser adaptados a su tamaño, edad, actividad física y salud general.