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Según el sitio "My modern met", el llamativo calzado fue creado por Kyoto Ohata con un propósito "bien intencionado". La ciudadana Ohata, que a menudo pasa a través de un área repleta de palomas, se preocupaba de que su presencia estuviera "trastornándolas".
Recuerda que las veces que ella se acercaba al sitio, las aves se dispersaban y salían volando, lo que derivó en su decisión de fabricar zapatos en forma de palomas.
Ohata explica cómo convirtió un par de calzados con tacones ordinarios en una "pieza de teatro" hilarante. Primero, se tallan las cabezas con un material blando como la espuma y se cubren cuidadosamente con el fieltro (lana o pelo conglomerado, sin tejer, que se obtiene por prensado; se emplea principalmente en la fabricación de sombreros y otras prendas de vestir).
Acto seguido, se pegan talones al cuerpo de la paloma (ficticia) en la parte posterior de los zapatos; se cortan los pedazos del ala de un fieltro más denso. Además, se parten círculos más pequeños de fieltro gris y negro para usarlos como plumas, pegándolos a sus piezas de ala.
Seguidamente, se adhieren las alas con una generosa ayuda de cola o adhesivo vinílico. Usando un fieltro más suave, despliegue hacia fuera ocho bolitas que serán los ojos y las fosas nasales de sus dos "amigos emplumados".
De forma similar a cómo se hicieron las alas laterales, se crean formas para cubrir las puntas de los zapatos. Utiliza alambre rígido para formar los pies, cubriendo cada uno en fieltro rojo, agregando algunos acentos pintados.
Finalmente, se sujeta los pies a cada lado de los talones y se añade los ojos, las fosas nasales y los picos, ¡y listo!