Proponen construir un mundo mejor mediante la educación inclusiva y de calidad

ENCARNACIÓN. Concluyó hoy el Sexto Congreso de Educación y Psicopedagogía dirigido a docentes y estudiantes de pedagogía, en el que se enfatizó en el análisis de metodologías activas para una educación inclusiva y de calidad. Las mismas enfatizan en el estudiante como protagonista de su propio aprendizaje, fomenta su participación activa en la construcción de conocimiento y el desarrollo de habilidades y competencias fundamentales para su desarrollo integral, sostienen los expertos que participaron del encuentro.

Dra. Cristina Ricci (Argentina), una de las expositoras, habla durante el encuentro, acompañada de otros disertantes que participaron del VI Congreso de educación y psicopedagogía, que se desarrolló entre el viernes y hoy, en Encarnación.
Dra. Cristina Ricci (Argentina), una de las expositoras, habla durante el encuentro, acompañada de otros disertantes que participaron del VI Congreso de educación y psicopedagogía, que se desarrolló entre el viernes y hoy, en Encarnación.Gentileza

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El congreso permitió concluir que la atención a la diversidad es garantizar que todos somos seres únicos y que las actividades en múltiples modalidades permiten impulsar el potencial de cada uno de nosotros. Enfatizó sobre la necesidad de indagar sobre las prácticas habituales, hacerlo de manera interdisciplinaria y generar redes que permitan mejorar la práctica pedagógica y psicopedagógica, sostuvo la Rectora de la Universidad Autónoma de Encarnación (UNAE), Dra. en Educación, Nadia Czeraniuk, responsable de organización del evento.

La educadora insistió en la necesidad de la formación docente continua, pues el mayor activo de la educación es el docente, capacitado, formado constantemente. En este contexto se desarrolló el congreso, bajo el lema “Metodologías activas para una educación de calidad e inclusiva”.

La implementación de metodologías activas en el ámbito educativo ha demostrado ser una poderosa herramienta para promover una educación de calidad e inclusiva. Estas metodologías se centran en el estudiante como protagonista de su propio aprendizaje, fomentando su participación activa, la construcción de conocimiento y el desarrollo de habilidades y competencias fundamentales para su desarrollo integral.

En primer lugar, las metodologías activas rompen con el modelo tradicional de enseñanza centrado en el profesor como único transmisor de conocimiento. En su lugar, se promueve la interacción, la colaboración y el trabajo en equipo, lo que permite a los estudiantes involucrarse de manera activa en el proceso de aprendizaje. Al participar activamente, los estudiantes se convierten en sujetos activos que construyen su propio conocimiento, lo que facilita una comprensión más profunda y duradera de los conceptos.

Las metodologías activas -agregó- fomentan también el desarrollo de habilidades fundamentales para el siglo XXI, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación efectiva y la creatividad. Estas habilidades son esenciales para que los estudiantes puedan adaptarse y enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio.

Al trabajar de manera activa, los estudiantes aprenden a plantear preguntas, a analizar información, a tomar decisiones informadas y a buscar soluciones, lo que fortalece su capacidad para enfrentar los retos que se les presenten tanto en el ámbito educativo como en su vida personal y profesional.

Asimismo, las metodologías activas fomentan la inclusión educativa al adaptarse a las necesidades y características individuales de cada estudiante. Al permitir una mayor flexibilidad en el proceso de aprendizaje, se promueve la participación y el compromiso de todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades, estilos de aprendizaje o intereses. Estas metodologías ofrecen múltiples formas de representar y expresar el conocimiento, lo que facilita la participación activa de todos los estudiantes, promoviendo así una educación inclusiva y equitativa.

Finalmente, las metodologías activas son una poderosa herramienta para una educación de calidad e inclusiva. Al poner al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje, promover el desarrollo de habilidades relevantes y adaptarse a las necesidades individuales, estas metodologías potencian el aprendizaje significativo, el empoderamiento del estudiante y la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Es responsabilidad de los docentes y de los sistemas educativos promover e implementar estas metodologías para garantizar una educación que forme a los estudiantes como ciudadanos críticos, autónomos y comprometidos con su entorno.

Unos 600 estudiantes y educadores participaron de las conferencia, charlas y talleres que se desarrollaron durante dos días, con la asistencia de expositores de Argentina, Chile y Paraguay.

El congreso fue organizado por la U-NAE y el Instituto Superior de Educación (ISEDE), con el propósito de facilitar a estudiantes y profesionales el acceso a la información, adquisición de conocimientos teóricos y prácticos sobre metodologías activas de enseñanza-aprendizaje para favorecer la educación de calidad.

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