La casa se inunda con agua de cloaca

Un ciudadano que reside en el centro de Asunción se comunicó con ABC Color en momentos en que la ciudad y otras regiones del país se encontraban afectadas por una intensa lluvia. El hombre es arquitecto, su nombre es Sergio Aquino y lo primero que aclaró es que hablaría “con conocimiento de causa” sobre un grave problema que le afecta desde hace años.

El señor Aquino explicó que con cada lluvia su casa se inunda, pero con agua de la cloaca. “Cuando se hizo la cloaca, en Haedo, entre Montevideo y Colón, reemplazaron un caño mayor por uno menor. Supongo que ahora está totalmente trancado; nos convertimos en damnificados cada vez que llueve”, explicó preocupado.

La familia compartió fotografías en las que se observa cómo estaba la casa en momentos en que llovía intensamente. En las imágenes se ve los pies de integrantes de la familia pisando agua. Ese líquido tiene un aroma insoportable, afirma.

El arquitecto Aquino dijo que, en la cuadra, su casa prácticamente es la única que enfrenta el problema, ya que la vivienda vecina está a una mayor altura, pero por cuestiones fortuitas y no por el problema que relata.

Los Aquino viven en La Encarnación número 723, casi Eduardo Víctor Haedo. Manifestó que el poderoso torrente de agua de lluvia hace que literalmente “explote” la cloaca dentro de su casa.

“Cada vez que llueve somos damnificados, es un desastre, estamos inundados por la cloaca”, apuntó. Adelantándose, quizás a una explicación oficial, dijo que el problema no es el desagüe pluvial, sino el desborde de la cloaca, que fue afectada por una obra no muy antigua.

Indicó que poco antes de llamar a ABC tuvo que destapar la primera cámara que se encuentra en su casa, para que funcione como “válvula de alivio”. Indicó que se ejecutaron obras en la red cloacal de la zona por orden de la Secretaría del Ambiente (Seam), que intentó impedir que siga contaminándose el arroyo Jaen.

Aquino dice que el uso de caños que no tienen la dimensión indicada provoca ahora que su casa se inunde de líquido cloacal cada vez que llueve. “Antes había una válvula que nos salvaba, era un caño de 50 centímetros, de barro; ahora pusieron uno mucho menor, usaron un caño bueno pero fino”, explicó el vecino, que exige una solución a este drama.

Apelando a sus conocimientos profesionales dijo que la cañería de la cloaca debería estar a una profundidad mayor, para evitar el problema recurrente. Explicó que no solamente su familia se arriesga al caminar en agua contaminada, sino también sus muebles sufren las consecuencias.

“Es una vergüenza que me pase esto, estando en el centro. Me siento identificado con los ribereños, aunque hice el esfuerzo para comprar una casa en un lugar privilegiado”, aseguró.