“Sabe lo que le espera”

El comisario Tomás Paredes Palma, jefe de Robos y Hurtos del Departamento de Investigación de Delitos, brindó una rueda de prensa en la cual detalló la manera en que se logró la detención de Gilberto Benítez Zárate, señalado como el responsable de la violación de una niña de 10 años, quien actualmente se encuentra con cinco meses de embarazo.

El hombre fue detenido a las 03:30 de este sábado, en la compañía Boquerón del departamento de Caazapá, luego de 15 días de permanecer fugitivo. La Policía le siguió los pasos por San Pedro, Cordillera y Caazapá.

El jefe policial fue tajante al señalar que el sospechoso mostraba una clara intención de evadir a la justicia, ya que permaneció huyendo de un punto a otro durante estos días. Hasta hace tres días se encontraba en el departamento de San Pedro.

Comentó que cuando esta madrugada fue ubicado en Boquerón, en una vivienda precaria, nuevamente buscó perder a los agentes, internándose en un bosque cercano. “Cuando se percató de la presencia policial, se fugó, pero a 150 metros se produjo un forcejeo y fue detenido”, refirió.

Aseguró que inclusive en su afán de escapar, cayó a una zanja en medio del monte, por lo que resultó con algunas lesiones. “Recibió lesiones, el mismo se lesionó al correr y caer a una zanja. El personal lo sacó de la zanja”, refirió.

Paredes Palma se refirió a Gilberto Benítez como una persona “muy escurridiza”, ya que logró evitar a la justicia durante varios días, pese a la intensa búsqueda que se montó. “Hicimos varios allanamientos, en Puerto Rosario, Itacurubí del Rosario... En Choré estuvo y hace tres días se mudó a este lugar (en Caazapá)”, refirió.

Pese a que el hombre en todo momento insiste en su inocencia y que las acusaciones parten de un problema personal con su expareja, madre de la niña embarazada, Paredes Palma señaló que la actitud del hombre no demostraba intención de aclarar su situación ante las autoridades.

Aclaró que el hombre no dijo nada durante el procedimiento y recién habló con la prensa una vez que fue trasladado al Departamento de Investigación de Delitos. “No necesita decir nada, prácticamente es el responsable, el autor de este hecho tan doloroso que impactó en la ciudadanía; embarazó a una menor de 10 años”, refirió.

El jefe policial señaló que el entonces fugitivo estaba consciente de su situación y el proceso que ahora deberá afrontar. “Sabe bien lo que le espera, debe afrontar un frondoso juicio, tiene cuentas pendientes con la justicia que tiene que afrontar”, manifestó.

Según los detalles que brindó el uniformado, Gilberto Benítez pretendía trasladarse nuevamente a otro departamento, siguiendo con su ruta de huida. “Estaba en Caazapá, en la casa de uno de sus hermanos, y ya se iba a fugar esta madrugada a otro departamento”, refirió.

Comentó que para evitar despertar sospechas, el hombre iba a la casa del familiar únicamente a partir de la medianoche. “Varios allanamientos hicimos en busca de esta persona; la ciudadanía es testigo del mal que hizo, un mal desempeño como padre y ahora ya está detenido”, insistió.

Gilberto Benítez Zárate fue imputado el pasado 23 de abril por abuso sexual en niños, luego de descubrirse el caso de una niña abusada y embarazada. La víctima acudió a un centro asistencial de Luque, por el crecimiento de su vientre. Posteriormente se le practicaron estudios en el Hospital Materno Infantil de Trinidad, donde se constató que ya tenía cinco meses de gestación.

El hombre, de 42 años, oriundo de Itacurubí del Rosario, ya había sido denunciado en enero de 2014 por supuestamente abusar de la menor. El caso había quedado en la nada porque la misma madre aseguró que todo fue un malentendido.

Durante su declaración en Investigación de Delitos, a donde fue trasladado hasta mañana, el sospechoso aseguró que nunca siquiera tocó a la menor y consideró que la nueva denuncia en su contra parte de desavenencias que tiene con su expareja. Sobre la declaración de la menor, que confirma el abuso, consideró que la misma pudo ser presionada por la misma madre.

El caso de la niña de 10 años con cinco meses de gestación despertó indignación en la ciudadanía y abrió un debate respecto a si se debe interrumpir el embarazo, considerando que se trata de una víctima de violación.

Tras este hecho, se inició una seguidilla de denuncias de violación y embarazo de menores de edad; en todos los casos el elemento común es la presunta autoría del padre, padrastro, tío u otro familiar cercano.