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El equipo encargado de establecer el enlace con la administración municipal saliente tiene como prioridad frenar cualquier maniobra que implique algún perjuicio para la nueva administración. En comunicación con Canal 100, citó como ejemplos de estas picardías los nombramientos masivos y la suba artificial de ingresos.
“Estamos tratando de frenar acciones que no son las más felices. Cuando detectamos, decimos que vayan para atrás; de no ser así, entonces interviene nuestro equipo jurídico. Por suerte, el intendente Picco entiende que hay ser ordenados. Nuestro equipo de transición no come vidrio”, advirtió.
El equipo de transición deberá auditar al menos unas 50 direcciones dentro de la Municipalidad; por ello, Ferreiro exhortó a los funcionarios y directivos a no cometer acciones que puedan derivar en un proceso judicial. “Muchos de los que están entienden la situación y colaborarán de manera estrecha”, destacó. Otros desafíos que implica la función de intendente tienen que ver con el relacionamiento con la Junta Municipal, de mayoría opositora, pero a su vez implica establecer alianzas, sin olvidar que habrá una disidencia proveniente del Partido Colorado.
Por otro lado consideró urgente modificar la forma de utilizar el dinero público y el control de estos recursos, atendiendo a que la administración anterior apeló de tal forma a impedir que la Contraloría General de la República audite la Comuna capitalina. Durante la charla, el intendente electo señaló además que pretende asumir funciones -en diciembre próximo- designando ya un equipo de confianza para las principales direcciones generales y luego a los jefes en direcciones de menor porte.