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Los intervinientes confiscaron 70 armas blancas, entre puñales y estoques de fabricación artesanal, hechas a partir de restos de hierro, plástico derretido, tijeras, telas y otros; también se requisaron 20 teléfonos celulares, cuyo uso está prohibido - en teoría - dentro de las cárceles.
Igualmente se incautaron de 3,5 gramos de cocaína y 6,8 gramos de crack, además de 30 pastillas de Disomnilan, droga controlada cuyo consumo produce una rápida inducción al sueño. Inclusive encontraron agendas con direcciones y números telefónicos en poder de algunos reclusos considerados peligrosos.
El procedimiento, realizado por agentes del Departamento Antinarcóticos y personal de seguridad de la Penitenciaría, se realizó en los pabellones Central, Bendición y Libertad.