La inteligencia espiritual

La inteligencia es la capacidad intelectual que posee el ser humano para las matemáticas, los idiomas, las ciencias y las culturas. En realidad, es el poder para desenvolverse con éxito en la vida, en cualquier terreno. Según los neurocientificos actuales, el área de la neo cortex o lóbulo pre frontal es el encargado de procesar los conocimientos y las informaciones. Es la zona cognitiva, capaz de razonar, analizar, debatir, resolver y tomar determinaciones puntuales.

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A principios de 1900, Alfred Binet, desarrolló el concepto de Coeficiente intelectual (ci). Aquí la inteligencia se refiere a una capacidad lógica matemática y verbal llamada racionalidad instrumental y que sirve para el control técnico del mundo. Surge de una visión unidimensional de la conciencia.

Howard Gadner, en 1967 comenzó a hablar de inteligencias múltiples. A partir de entonces tenemos inteligencia lógico-matemática; inteligencia lingüística; inteligencia musical; inteligencia corporal; inteligencia espacial; inteligencia interpersonal, inteligencia naturalista y otras. Posteriormente, Daniel Goleman se refirió a la inteligencia emocional.

Nosotros nos ocuparemos de la inteligencia espiritual, que es la más nueva y a la vez, más antigua. Hace 2500 años, Buda la llamó visión cabal o vipassana. El apóstol Pablo en la carta a los Colocenses cap. 1. Vers. 9 y 10 ora pidiendo inteligencia espiritual. La describe como la capacidad dada por Dios para vivir plenamente en coherencia con la fe cristiana.

La mente iluminada o que ha transcendido a una dimensión superior es capaz de ver ángeles y hablar con Dios. Los ejercicios y las prácticas para llegar a esos estados, son largos y extenuantes. L as personas muy espirituales han tenido que pasar por largos procesos. Hacen ayunos y viven en santidad y obediencia tratando de imitar a Cristo. No se trata, desde luego de recitar la Biblia o alabar al Todopoderoso. Se trata de conseguir la paz y la calma interior y a partir de ahí ver cómo podemos servir a Dios y al semejante. Tenemos el ejemplo de Teresa de Calcuta y cuántos santos que pasaron por el mundo.

Cualquiera de nosotros puede cultivar la inteligencia espiritual usando todo el potencial que Dios nos regaló como el amor, la misericordia, el perdón, la fe, la esperanza y la caridad. Nuestra mente es inteligente y privilegiada. Contamos con infinitos recursos para inventarnos y re inventarnos. La clave es creer y confiar en esos poderes que llevamos dentro y que a veces olvidamos. No hay crisis que no se pueda superar con la ayuda de nuestro padre celestial que nos creó a su imagen y semejanza. Basta pensar que las enfermedades son frutos del pecado. Pecado de ensuciar el planeta, matar seres vivientes, no cuidar la salud y entregarnos a un placer desenfrenado.

Lo bueno es que podemos sanar física, mental y espiritualmente. Cambiar hábitos dañinos y actitudes negativas. Si retomamos la antigua senda de la sabiduría espiritual podemos conectar con el universo y con el creador y ser las criaturas más iluminadas y más felices. Optar por ese camino de la luz se llama inteligencia espiritual.

blila.gayoso@hotmail.com

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