Educación, ¿un compromiso de todos o solo de unos cuantos?

Los últimos años se han caracterizado por el despertar de los estudiantes, tanto secundarios como universitarios, quienes con sentatas, marchas y charlas solicitan una mayor inversión en educación, pues la nuestra es una de las más bajas de la región. El producto interno bruto destinado a este sector es del 3,9% en el presente año, muy inferior al 7% recomendado por la Unesco.

A nivel regional, el país que más invierte en educación es Cuba; según el Banco Mundial, la nación caribeña destina el 12,9% de su pib a la enseñanza y capacitación de sus estudiantes, es decir, más del triple de lo que se invierte en el Paraguay. Nuestras autoridades destinan el dinero público a muchos otros sectores, dejando de lado el más importante: el educativo.

En la actualidad, el proyecto del Presupuesto General de Gastos de la Nación 2018 está siendo estudiado en el Congreso y ha generado polémica, pues en el documento existe un recorte al dinero destinado a la Universidad Nacional de Asunción de más de G. 54 mil millones, según un comunicado de los estudiantes. Esto desencadenó una serie de manifestaciones de los funcionarios que trabajan en las distintas facultades afectadas y en el rectorado.

“La educación es un compromiso de todos” es el eslogan de la propaganda que emite el Gobierno en los distintos medios de comunicación. Al parecer, ese compromiso no existe de parte de las autoridades, pues ellas no le dedican la atención adecuada a una problemática que no es nueva, pero va empeorando a medida que pasan los años. Nuestro sistema educativo es obsoleto, la malla curricular antigua, la insfraestructura es penosa y peligrosa, y muchos maestros no están adecuadamente capacitados.

La educación superior paraguaya se encuentra en terapia intensiva, pues la UNA salió del ránking de las 100 mejores universidades latinoamericanas y eso debería ser preocupante. La principal casa de estudios superiores de nuestro país, al parecer, está subvalorada por las autoridades.

Si queremos crecer como sociedad y salir adelante, debemos dedicarle nuestro tiempo y dinero a la educación. Todos, de alguna manera, contribuimos al fondo nacional; por ende, deberíamos exigir que se invierta más en el sector educativo, no solo en la UNA, sino en todas esas escuelas que no tienen techos ni sillas para que los niños puedan estudiar. Creceremos como sociedad el día que nuestros gobernantes se preocupen por la enseñanza de los escolares y no en llenar sus bolsillos con la plata de todos los paraguayos.

Por Brian Cáceres Verón (18 años)