La Guerra contra la Triple Alianza fue uno de los enfrentamientos armados más grandes de Sudamérica. Ocurrida entre 1865 y 1870, los motivos se iniciaron mucho antes de los primeros combates. En ese contexto, se desarrolló la batalla de Curupayty.
Pobladores de Ñeembucú recordaron ayer los 151 años de la batalla de Curupayty, principal victoria del Ejército paraguayo durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Un acto protocolar acompañado de un momento artístico y un desfile se realizaron frente al busto del General Díaz.
Las cartas contenidas en este artículo de la historiadora Liliana Brezzo podrían haber sido escritas por cualquier soldado, en cualquier guerra, en cualquier continente; por eso, nos dice la doctora Brezzo, «al leerlas, Curupayty deja de ser un lugar de memorias en disputa y se convierte en un sitio de memoria conjunta, en el que no es concebible –ni siquiera en el plano discursivo– ninguna celebración».
¿Es lícito seguir pensando los pergaminos de una nación en los términos del imaginario patriótico alimentado por episodios como la Batalla de Curupayty, en Paraguay, o la Guerra de las Malvinas, en Argentina?, plantea el historiador Federico Lorenz (Buenos Aires, 1970)
Septiembre es un mes de sol y primavera, pero también es un mes de batallas y guerras, nos recuerda en este artículo la profesora Gladys Arias Duarte, que analiza las semejanzas y las diferencias entre las batallas de Curupayty y de Boquerón, libradas ambas en septiembre, de 1866 la primera, de 1932 la segunda.
Bombardeos, desembarcos, campamentos cubren telas de formato inusualmente horizontal (en proporción de uno a tres) para narrar en detalle acciones simultáneas y recoger las luces y la atmósfera de todos los momentos y el color y el clima de diversos escenarios.