Antes de convertirse en uno de los escritores y críticos culturales ingleses más interesantes de su generación, Mark Fisher (11 de julio de 1968 - 13 de enero del 2017) fue miembro de la banda techno D-Generation, escribe la poeta y filósofa anarquista Montserrat Álvarez.
Estudió arquitectura y diseño industrial. Luego descubrió su arma predilecta, el aerógrafo, e inventó la biomecánica para dar carne a lo inorgánico y texturas metálicas a la carne. Su universo helado y tecnológico fue a la vez un mundo arcaico de terrores ancestrales. El horror y el erotismo se mezclaron en el depósito de su aerógrafo para forjar los monstruos que habitan el porvenir.
El Giger’s Necromonicon, perverso compendio de imágenes cosmogónicas y diabólicas de un inframundo de rituales crueles y orgiásticos, fue la obra que llevó al director de cine Ridley Scott a pedirle a H. R. Giger que diseñara la criatura espacial del clásico filme protagonizado por Sigourney Weaver Alien, el octavo pasajero, y a pedirle además que la diseñara tomando como inspiración sus propios trabajos visuales precedentes.
William Burroughs y Kurt Cobain se reunieron una mañana de octubre de 1993, el primero acompañado por sus gatos y el segundo por su mánager. Nos lo cuenta Julián Sorel.