ENRIQUECIMIENTO EN LA FUNCIÓN PÚBLICA

Francisco Daniel Medina, a quien esta semana el director de Aduanas, Nelson Valiente, ascendió de subadministrador al puesto de administrador, es otro jefe malabarista que mientras ganaba G. 4 millones de sueldo iba constituyendo una sociedad de G. 2.000 millones, mediante sus “inversiones”, y hoy despliega un imponente holding en la ciudad de Pirayú. Como si fuera poco, convirtió a su humilde familia en próspera accionista de sus negocios.

Roberto Fabián Fernández Herrera, funcionario de Aduanas, es el director titular de la fábrica de hielo del mago de las finanzas Luis Roberto Pintos.

Detrás de los afortunados jefes de Aduanas se encuentran exitosas esposas emprendedoras que demostraron ser una revelación en los negocios, ya que con el modesto salario de los maridos, montaron y desarrollaron importantes proyectos. En el caso de Nancy Chamorro Paredes, la cónyuge del jefe de Riesgos, Luis Pintos, tres años después de terminar el colegio, a los 21 años ya era dueña de un spa. Como ella hay otras prósperas empresarias.

El director de Aduanas, Nelson Valiente, realizó dos rotaciones esta semana para reubicar a varios jefes, luego de conocerse sus importantes patrimonios pese a sus salarios medios, en algunos casos hasta mínimos. Los cambios no cambian nada, porque se mantienen en altos cargos.

El cuestionado sindicalista Gustavo Kirmser, uno de los jefes que apañó el ingreso de la “aduanera” Leonor Vysokolan en zona restringida del aeropuerto Silvio Pettirossi, viene cobrando hace 4 años como asesor de la Aduanas, pero en todo este tiempo no realizó ningún asesoramiento. El funcionario consiguió la categoría gracias a “una comisión especial¨ y tiene el privilegio de cobrar al mes G. 2,5 millones más por sus funciones reales.