1 de mayo de 2024
Integrar un concepto tan subjetivo y volátil, que además varía entre las diferentes culturas, como la felicidad a la reflexión económica, caracterizada por ser objetiva, ordenada y, sobre todo, comprobable fácticamente, no es tarea fácil. Sin embargo, son múltiples los esfuerzos por trascender el crecimiento económico para determinar si el mismo genera o no mayores niveles de satisfacción personal o felicidad.