Ouka Leele, la pintora frustrada que triunfó fotografiando la Movida

Madrid, 24 may (EFE).- Bajo el pseudónimo de Ouka Leele, la fotógrafa que dio a conocer al mundo la "Movida madrileña", figuraba la madrileña Bárbara Allende Gil de Biedma (1957), para quien la fotografía fue una salida porque la pareja con la que estaba en sus inicios artísticos le "prohibía pintar". Entre muchos premios, ganó en 2005 el Nacional de Fotografía.

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"Me prohibía pintar. Y yo dejaba que me lo prohibiera. Era la ley del terror: 'como pintes, te vas a enterar'", así recordaba a Efeminista Ouka Leele sus comienzos en el mundo del arte y su paso de la pintura al mundo de la fotografía.

De formación autodidacta, comenzó con la fotografía a finales de los setenta de forma bastante casual, pues siempre había querido ser pintora, y de hecho fue en Barcelona, adonde se trasladó en 1978, donde empezó a pintar a mano sus fotografías en blanco y negro, y donde un año después participó en su primera exposición individual, "Peluquerías", que le trajo el reconocimiento de la crítica.

No obstante, su mayor reconocimiento vino a raíz de su trabajo fotográfico de la Movida madrileña, ese movimiento que comenzó con la música, que se convirtió en una catarsis cultural en la España renacida tras la dictadura y que la convirtió en una de las elegidas de lo que se llamó "posmodernidad".

Alejada ya de los combinados nocturnos de la época, Leele recibió en 2005 la llamada que le informaba de que había ganado el Premio Nacional de Fotografía que otorga el Ministerio de Cultura "comiendo lentejas" con su hija, y confesó que en toda su trayectoria hasta entonces lo que había perseguido era "acercar la belleza a la realidad" y crear nuevos mundos.

Ese premio se le concedió por "su decisivo testimonio de la sensibilidad y la vida artística española de los 80 para acá, y sus personales aportaciones cromáticas, compositivas y narrativas".

Libre por no tener un sello de fábrica, lo que consideraba una "condena para los artistas", y sin querer encasillarse, tuvo una amplia trayectoria artística, aunque su imágenes sobre la Movida han ayudado a construir una historia indeleble de la sociedad española en un momento de evolución.

Con su trabajo, decía, perseguía "acercar la belleza a la realidad" y crear nuevos mundos; concebía la fotografía como "poesía visual, una forma de hablar sin usar palabras", y sus fotografías, creadas en principio en blanco y negro, las pintaba llenándolas de luz y color.

Entre su amplia producción, escogía la emblemática foto de Cibeles hecha en 1987. "Una superproducción que duró todo un día, con doce o trece personas posando, un fotógrafo en helicóptero y yo subida con la cámara a una grúa"; aunque sentía también especial cariño "por trabajos más íntimos" como las fotos a su hija.

Transgresora en sus inicios, perseguidora de la sencillez "pintando flores" en sus últimos años creativos, Ouka Leele expuso, desde finales de los 70, en numerosos países y tiene obra en instituciones como el Museo Reina Sofía, la Fundación La Caixa o la Colección ARCO.

Entre sus últimos trabajos figura la colaboración con la celebración del 75 aniversario de la Agencia EFE, en la que fusionó presente y futuro a través del objetivo de su cámara, para crear la fotografía que ilustraba el cartel de la exposición conmemorativa, en la que su hija María Rosenfeldt hacía las veces de modelo.

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