La antigua casona tuvo visibilidad tras la publicación de este diario y, gracias a eso, una comitiva de la Gobernación de Central llegó hasta el sitio con la intención de incluirla dentro del catastro patrimonial del departamento Central. El objetivo es hacer un mapeo de todos los sitios históricos del departamento y promocionarlos, además de trabajar con los centros culturales para buscar la conservación de los museos.
La casona está en la casa parroquial, donde viven los sacerdotes de Luque. No se puede ver desde la calle y la escasa promoción hace que no reciba visitas, pese a contar en su interior con importantes artículos de la historia nacional y de la religiosidad luqueña.
Lea más: Cuna del periodismo luqueño, sin visitas
El ingeniero Bruno Barrios Sosa, secretario de Cultura de la Gobernación Central, visitó la antigua casona y también hizo un recorrido por el Santuario Nuestra Señora del Rosario, que el pasado julio cumplió 86 años de culminación. En la oportunidad, Barrios Sosa fue recibido por el cura rector de Luque, Enrique Meyer.
“Nuestra visita es para interiorizarnos sobre el estado de la antigua casa y evaluar cómo podemos colaborar en su preservación. Como aquí también funcionó la imprenta nacional en 1868, nuestra intención es poder incluirla en el catastro patrimonial de Central que estamos implementando desde la Gobernación. Además, considerar el sitio en los proyectos que estamos desarrollando desde la Secretaría de Cultura”, manifestó Barrios Sosa.
La cuna del periodismo luqueño fue restaurada en 2013, durante la gestión del intendente César Meza Bría (PLRA), quien junto con monseñor Zacarías Martínez, cura rector de Luque, la incluyeron como parte del circuito turístico. Lastimosamente, para la actual gestión municipal el sitio no es prioridad.
La casa tiene 9x4 metros, con tejas que pesan 8 kilos. También usa tacuarillas, con cintas de cuero que las sujetan en el techo, las vigas son de lapacho y los tirantes de karanda’y. Además, se mantienen el piso de material cocido, las ventanas, la puerta y hasta las “rejas” de madera.
“Gracias a la publicación, las autoridades se dieron por enteradas de la existencia de la importante casa histórica y ahora se busca trabajar en conjunto para su conservación, no solo de la cuna del periodismo luqueño, sino de otros museos que funcionan mediante la autogestión en la ciudad”, dijo el historiador Pedro Hugo Flor.