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Pasaron los años y luego de una larga batalla judicial a finales del pasado mes de junio, el Gobierno Federal de EE.UU. autorizó al grupo Defense Distributed poner en línea los planos digitales que permiten la fabricación casera de armas con una impresora 3D.
Todo parecía indicar que desde el 1 de agosto sería posible descargar estos planos, pero el juez Robert Lasnik de Seattle bloqueó la publicación de estos planos horas antes de que salieran a Internet, luego de que varios estados presentaran demandas para frenar, por lo menos temporalmente, la distribución de estos diseños.
El juez dijo que la publicación de los planos podría producir un daño irreparable a los ciudadanos estadounidenses.
¿COMO SON LAS ARMAS?
Las impresoras 3D permiten crear en plástico casi cualquier tipo de objetos, pero para ello es necesario contar con los planos de la pieza que se desea imprimir. Defense Distributed, al igual que otras empresas, trabajan hace años en la creación de este tipo de armas, mejorando su diseño con el transcurrir de los años.
Estas armas, que se hacen de plástico, funcionan como las reales. Se imprimen en piezas a través de una impresora 3D, piezas que el usuario ensambla posteriormente. Normalmente, el único metal en el arma es el percutor y la bala en sí. Cada arma es reutilizable y es confeccionada con el mismo material plástico utilizado en juguetes, pero las pistolas impresas pueden ser letales aunque no sean tan duraderas como las convencionales. Algunos de los cuestionamientos a este tipo de armas es que al no ser industrializadas por un fabricante, no tienen número de serie. Tampoco suenan al pasar por un detector de metales y son prácticamente imposibles de rastrear.