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Así, el estado financiero de la petrolera revela que el ente registra una pérdida acumulada de US$ 251.310.339 (G. 1.110.791.699.977) en el primer semestre de este año, mientras su déficit patrimonial neto arroja la friolera de US$ 163.310.000 (G. 721.830.743.499). Sin embargo, el titular del ente, Sergio Escobar, indicó días atrás a varios medios periodísticos que “se encuentran bien financieramente” e incluso habló de “superávit”.
De ninguna manera este funcionario puede hablar de “superávit” cuando la empresa tiene un patrimonio negativo. En el caso de Petropar se habla definitivamente de una empresa “técnicamente en quiebra”.
Otro punto que se observa en el balance del primer semestre de la petrolera estatal es que su reserva de revalúo no condice con lo que posee la planta de la entidad en Villa Elisa. De acuerdo al balance al que accedimos, dichas reservas están consignadas en G. 187.065.153.296, lo que no correspondería al estado actual de los depreciados equipos que posee la exrefinería. Dicho balance se encuentra firmado por el titular de Petropar, Sergio Escobar; por el director financiero, Víctor López, y por la contadora general interina, Lorena Mosqueira.
Petropar, además, mantiene unas cuentas a pagar con proveedores locales de G. 235.016.484.301, mientras que la deuda con los proveedores del exterior asciende a G. 600.097.339.173, entre otros conceptos como intereses, con lo que el saldo acumulado asciende a G. 866.866.112.912.
Estos son algunos de los indicadores paupérrimos que hablan del estado financiero de Petropar. Sin embargo, su titular, Sergio Escobar, sigue derrochando el dinero que no posee la entidad, contratando injustificadamente funcionarios, sin concurso de méritos, como exige la ley. Nuestro diario publicó resoluciones de dichas contrataciones masivas del personal, entre los que se encontraron el novio de la hija de Escobar, al igual que el hermano de su presunta pareja, entre varios otros nuevos funcionarios “elegidos” por el titular de la petrolera estatal.
También despilfarra en aumentos a sindicalistas, que son sus cómplices en varios hechos de corrupción, a los que desembolsa por año G. 1.615 millones en salarios y reajustes. Al respecto, en los últimos meses aplicó aumentos selectivos en el salario para congraciarse con cuestionados seudosindicalistas. Este hecho implicó un despilfarro de G. 402.465.524 al mes y G. 4.829.586.288 por año, ya que los ajustes variaron entre G. 350.000 y G. 2.393.000. Los principales beneficiados fueron dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de Petróleos Paraguayos (Sintrapp) y del Sindicato de Trabajadores de Petróleos Paraguayos (Sitrappar) al igual que los asesores cercanos del titular de la petrolera que le apañan en las numerosas irregularidades. Estos aumentos se dieron además del cupo gratis de combustible, igualmente entregado por el ente.