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El Centro de Industriales Metalúrgicos (Cime) del Paraguay reclama que las empresas paraguayas se hagan cargo de la fabricación de todas las estructuras metálicas correspondientes a este proyecto, teniendo en cuenta que han acumulado suficiente experiencia y capacidad como para asumir un compromiso de esta naturaleza.
Sin embargo, el obstáculo radica en la modalidad de la licitación que previó la ANDE, que pretende realizar el llamado en un solo paquete, dividido en cuatro lotes, incluyendo la construcción, el montaje y el suministro de los equipos, metodología que impide la participación de las industrias metalúrgicas locales.
Al respecto, el presidente del Cime, Ramiro Vargas Peña, se mostró confiado sobre lo que puedan decidir hoy en el Consejo de Empresas Públicas, teniendo en cuenta que uno de sus integrantes, el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, manifestó públicamente su apoyo a la lucha de los metalúrgicos paraguayos.
“Es necesario que la industria paraguaya tenga igualdad de oportunidades dentro de la ley, ya que ha demostrado su capacidad en calidad y precio; de lo contrario, cómo vamos a tener desarrollo industrial si no tenemos una oportunidad”, afirmó el empresario.
Añadió que esta no es una lucha solo por las torres. “Este esfuerzo no es particular sino genérico, porque no queremos que se vuelva a repetir en ningún campo. Felizmente tenemos el apoyo de todo el empresariado nacional en esta causa nacional en la que está involucrado todo el país. Desde el Gobierno siempre se pregona que la mejor manera de luchar contra la pobreza es la generación de empleos, y nosotros vamos a tener que cerrar industrias por la mala gestión de algunos funcionarios del Estado. Queremos decir basta a este tema, estamos todos unidos en esta lucha y vamos a seguir hasta el final”, insistió.
Costo estimado
La construcción de la segunda línea de 500 kV, entre la estación Ayolas y la subestación de Villa Hayes, tendrá un costo total estimado de US$ 297 millones.
Para financiar esta obra la ANDE obtuvo créditos de tres organismos financieros internacionales: US$ 50 millones corresponden del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), US$ 100 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y otros US$ 50 millones de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Igualmente se cuenta con una donación de US$ 13 millones de la Comunidad Europea, además de la contrapartida local de la ANDE, de aproximadamente US$ 83 millones.
La parte del proyecto que corresponde a las torres se estima en US$ 20 millones.