Grupo usa las pérdidas en el campo para confrontar y agitar, señala UGP

“Movilizan mayoritariamente a grupos familiarizados y más cercanos a la marihuana, único cultivo actualmente con problemas, que a los de otros rubros. Arrastran también a campesinos para sacar provecho económico y político de sus necesidades”, advierte la UGP en su comunicado.

Destaca que las actuales movilizaciones empezaron con reclamos de atención a legítimos problemas sociales y productivos para concluir, invariablemente, en consignas políticas y demandas de destruir el “modelo de Estado”, o la renuncia de ministros y del propio Presidente de la República.

“Con este tipo de actividad política son los trabajadores dedicados a actividades lícitas, quienes ven violentados sus derechos básicos a trabajar, producir y transitar”, expresa.

Explica que los verdaderos agricultores saben que en este momento los cultivos están en pleno desarrollo y mal podría hablarse de pérdidas en la cosecha. Y que si bien los precios están deprimidos, no justifican reclamos por perjuicios que impidan cumplir con las deudas por financiamiento de cultivos.

La UGP menciona que se reflota la frase “Cuando peor, mejor”, tal como lo decían los dirigentes que proponían cambios revolucionarios en la década del sesenta. El objetivo era destruir las instituciones democráticas y republicanas utilizando la violencia. Entonces se organizaban en grupos armados y operaban desde la clandestinidad, comenta.

“Hoy, se organizan en partidos políticos y supuestos movimientos sociales con el mismo objetivo, pero ejerciendo la violencia de manera más selectiva y diferente”, acota.

Violentos contra la ley y la ciudadanía

Los gremios de la producción también advierten que hoy lo hacen en diferente escala, ya que ejercen una violencia constante sobre dos instituciones fundamentales y fundacionales de la república: la ley y la ciudadanía. “Apuntan a arrinconar al Gobierno, a jueces, a la Policía y a las FF.AA. para que el Estado no pueda imponer la ley y así dejar indefensa a la mejor gente, la gente decente, la gente trabajadora”, opina la UGP.

Añade que no sería extraño entonces que quienes dirigen las invasiones de propiedades, los cierres de rutas y calles, la toma de oficinas públicas, la quema de implementos, la agresión a balazos a trabajadores rurales, sean conocidos delincuentes. “No puede ser de otra manera: como el objetivo es fulminar el Estado de derecho, nadie mejor para dirigir esas operaciones que aquellos que ignoran las normas legales y las de la moral, y de la ética”, indica el comunicado.

También indica que no debería sorprender entonces que seudodirigentes, con juicios por distintas causas, inventen demandas para justificar sus propósitos de violentar los derechos ciudadanos y reclamar fondos públicos para seguir lucrando política y económicamente.

“A este abuso del derecho a peticionar, se debe responder con la cancelación del apoyo con dinero público a distintos sectores que, escudados en la pobreza de los demás, lo único que hicieron fue estafar a los más necesitados, desalentar al que se esfuerza y enriquecerse ilegalmente”, según la nota difundida por la UGP.

Proteger Estado de derecho

Por el bien del país y de las futuras generaciones, no deben triunfar los que con violencia exigen condonación de sus deudas y hoy cierran las rutas del país, señala la Unión de Gremios de la Producción (UGP). “Debe triunfar el Estado de derecho, garantizado por el Gobierno; ese será el triunfo de la gente honesta, decente, que quiere trabajar en paz para construir un Paraguay mejor”, agrega.

Califica de delincuentes a los movilizados que pretenden quedase con parte del dinero que la gente honesta aporta al Estado, a través de los impuestos. Ganan políticamente cuando logran imponer un estado de inseguridad y violencia, cuando se les entrega dinero para una tregua pasajera, dice UGP.