LOS LECTORES OPINAN

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Volante jere

Cada vez con mayor frecuencia se publican artículos que informan de graves accidentes de tránsito, la mayoría de ellos con saldos fatales, como por ejemplo el ocurrido la semana pasada en la cercanía de Ciudad del Este, donde cinco jóvenes mujeres perdieron la vida, o como el acontecido la madrugada del martes 02 de agosto del corriente año en el km 10 de la ruta Mariscal Estigarribia donde también resultó fallecida una persona joven, o de otros tantos más que en forma prácticamente sistemática se dan casi todas las semanas. En la gran mayoría de estos accidentes tenemos dos denominadores que son comunes: uno es que “el conductor perdió el control del automóvil”, y el otro es que en casi todos ellos al menos uno de los vehículos involucrados “es con volante cambiado” cuyo origen generalmente es el puerto de Iquique. Creo estar en lo cierto si afirmo que ninguna de las empresas autorizadas en este país por los fabricantes para representar a las marcas japonesas se dedican al cambio de volante en sus talleres autorizados, por lo tanto no existe ninguna garantía de que el cambio de volante hecho a más de 30.000 vehículos importados al año en forma directa que ingresan por el puerto de Iquique tenga la mínima garantía de calidad, ni por la mano de obra empleada, ni por el origen de los materiales utilizados, sin importar que el cambio de volante se haya hecho en el puerto franco de Chile antes de su traída, o en cu alquier taller del Paraguay.

Es común ver en las calles de Asunción vehículos, en la mayoría de los casos del origen mencionado que doblan casi noventa grados hacia un lado y prácticamente no tienen radio de giro hacia el otro, o con una rueda caída abajo del mismo apuntando a un costado y la otra apuntando en sentido contrario, lo que sin ninguna duda implica el daño sufrido en una de sus rótulas o en su sistema de dirección, y al efecto surge la pregunta de que hubiera pasado si esa perdida de dirección se daba transitando en una ruta a velocidad normal de un viaje, entre 80 a 100 kilómetros por hora, en vez de darse en una calle al doblar una esquina prácticamente a paso de hombre donde el vehículo al perder la rueda, cae quedando en el mismo lugar.

Es importante recordar que el cambio de volante también implica el cambio de los pedales de control, tablero frontal y una cantidad de elementos más que influyen en el control del vehículo. De todo lo anteriormente mencionado cuando menos cabe preguntarse si “tantas pérdidas de control” no se deben a causas mecánicas y no a cuestiones solamente relacionadas a los conductores.

Fernando Hellmers Arbucó

Cítricos en Paraguay

La pérdida de nuestro cítricos en el Paraguay tendría una solución. Hace varios años se puede observar que nuestros cítricos vienen sufriendo por el cambio climático, la sequía, falta de lluvia, hongos, plagas, etc.

Me acuerdo de que en mi infancia solía haber en muchos jardines la famosa mandarina Paraguay debajo de algún frondoso árbol. Hoy en día se puede observar que dichas mandarinas van secándose una por una.

El debilitamiento de nuestros cítricos se debe a una nueva plaga introducida al Paraguay que se llama “el minador de los cítricos”. Dicho insecto (proveniente de Asia) es una mariposa microscópica de solamente unos 3-4mm y que coloca los huevos dentro de las hojas de los cítricos.

La larva crea un camino dentro de las hojas y reduce radicalmente el poder de la fotosíntesis del cítrico atacado.

Claro que en el mercado existen “soluciones químicas” que no solamente matan al “minador de los cítricos” sino de paso también a nuestras abejas.

Por este motivo existe una solución biológica o sea la avispa que es el enemigo natural del “minador de los cítricos” llamada “Ageniaspiscitrícola”.

Por favor, no contaminen nuestro ambiente natural con insecticidas, sino traigan al Paraguay a la Ageniaspis citricola y así nuestros hijos podrán alegrarse como nosotros de un futuro con mandarinas, pomelos, naranjas y limones.

Nicolás Caballero Rau

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