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El informe de “Situación Financiera” que dio a conocer la citada cartera en estos días señala que el monto desembolsado de enero a noviembre representa un incremento del 9,8% con respecto al mismo mes del año pasado y equivale a una ejecución del 80,2% de lo previsto para el presente ejercicio 2018.
Este año, el presupuesto para el pago de remuneraciones personales asciende a más de G. 16 billones (US$ 2.721 millones), que implica un crecimiento del 10% con respecto a 2017.
El informe de Hacienda señala que en noviembre, el 65% de los ingresos obtenidos fueron destinados al gasto salarial (de cada G. 100 recaudado G. 65 va a salarios), levemente mayor a la del año pasado, cuando representaba el 64% en el referido periodo y menor comparando con años anteriores cuando el pico llegó a 79% en 2013. De acuerdo con los técnicos de Hacienda, a fin de año se llegaría a alrededor de 70%, luego de imputarse el pago de salarios y aguinaldo correspondiente al mes de diciembre que está actualmente en pleno proceso.
Presupuesto 2019
Para el próximo año se prevé que esta relación salarios-ingresos tributarios crezca a un 73% de acuerdo con el proyecto de Presupuesto General de la Nación 2019, aunque podría ser más debido a que durante su estudio en el Congreso se incluyeron aumentos salariales adicionales para docentes, para la Fiscalía y otras entidades.
El gasto salarial incluye, además de sueldos, dietas, gastos de representación, remuneraciones extraordinarias, adicionales, bonificaciones y gratificaciones, jornales, honorarios profesionales, entre otros, que son considerados rígidos dentro del presupuesto, porque deben pagarse sí o sí.
Inversión con deuda
Esta situación conduce a que la inversión en obras prácticamente dependa del endeudamiento, ya sea a través de préstamos de organismos internacionales o de la emisión de bonos del Tesoro.
En ese sentido, de acuerdo con el informe de Hacienda, la inversión física sigue desacelerándose con respecto al mismo periodo de 2017. En noviembre bajó 15% con respecto al mismo mes del año pasado, situación que la cartera atribuye a la transición de un gobierno a otro.
Actualmente, el Tesoro adeuda unos US$ 200 millones a las empresas contratistas de obras públicas, que serán pagados precisamente con los fondos que provienen del préstamo programático del BID y de los ingresos generados por la colocación de bonos del tesoro.
La deuda pública total asciende a US$ 7.838,6 millones, según datos al mes de octubre, lo que implica un aumento del 9,3% y representa el 19,5% del PIB.