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Ríos Tonina relató que su establecimiento, ubicado en Nanawa (ex Puerto Elsa), dos semanas antes de la Semana Santa (29 de marzo al 5 de abril) fue atacado tres veces por los cuatreros, que actúan en grupos de diez. En dos ocasiones fueron repelidos a balazos, mientras en la tercera ocasión rodearon la casa del capataz y no pudieron hacer nada para evitar el robo de seis cerdos.
Según indicó el denunciante, las denuncias son derivadas al Ministerio Público. “Cuando les viene en gana llaman a los denunciantes para ratificarse o rectificarse en su versión, y allí muere”, explicó.
Cuando por fin los abigeos son detenidos, son liberados en cuestión de horas por la fiscalía, sin importar que hayan caído en flagrante hecho del delito. Los cuatreros indudablemente tienen protección de políticos, dijo.
“La ley es así, no podemos hacer nada”, es la respuesta que dan en la fiscalía, indicó el ingeniero Ríos Tonina.
Mencionó que en Presidente Hayes el Ministerio Público tiene dos fiscales antiabigeato, mientras la Policía tiene una brigada especializada para reprimir ese delito. Añadió que en la zona del Chaco son enviados policías y fiscales con problemas o denuncias, que sirven de medio de cultivo para la delincuencia.
“El abigeo ya conoce que todo el sistema es basura y que tiene impunidad asegurada”, expresó.
De 1.000 denuncias de abigeato, uno solo fue resuelto, enfatizó el ganadero. Aseguró que todo sucede porque al fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, nadie lo respeta porque es un inútil.