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El fenómeno climático, por su magnitud y por los perjuicios causados, no tiene precedentes en la zona, señalaron los granjeros. Entre las compañías más afectadas se encuentra Curupicaity, donde hubo cuantiosas pérdidas.
Uno de los damnificados, Silvestre Alemán, miembro de la Asociación de Productores de Curupicayty, manifestó que unas 14.000 plantas de tomates de las mejores variedades que estaban en etapa de fructificación quedaron inutilizadas por las escarchas.
Asimismo, entre sus cultivos dañados se incluyen 3.000 plantas de zapallitos de tronco. Según expresó Alemán, en Curupicayty quedaron arruinadas 60.000 plantas de tomates de diferentes variedades, y 20.000 plantas de locotes, aproximadamente.
También sufrieron daños significativos las plantas de frutillas y de otros cultivos. “Estoy desesperado ante tan millonaria pérdida, no sé cómo reaccionar”, exclamó Alemán. Instó a las autoridades nacionales a que verifiquen las pérdidas y las deudas contraídas exclusivamente para la producción.
“Es necesario que el gobierno implemente una medida de urgencia para que podamos sortear la situación”, refirió el citado productor.
Otros granjeros mencionan que de no realizarse una acción convincente en forma inmediata, los labriegos se verán obligados a despojarse de sus bienes para saldar las deudas contraídas con entidades financieras y otras empresas privadas.