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“El sábado 21 de febrero de 2015 me atrajo la atención un artículo de su diario firmado por su periodista don Leonardo Nicanor Duarte en que el autor trata de insertar en la mente de los lectores una idea errónea de ‘presencia creciente de aviones y embarcaciones militares rusos en espacios aéreos y marítimos de diversos países europeos’. Esta idea está dirigida a los lectores poco preparados o consumidores del producto propagandístico de CNN. Este artículo manipula con la información, desvía de la realidad. Ojalá que sea solamente la opinión equivocada de una persona y no sea un artículo especialmente preparado por la solicitud del grupo de interés que pagó por esta música informativa. Pero la melodía es bien conocida y está escrita a ritmo de tambores occidentales.
Durante los últimos 30 años han habido cambios tectónicos en la esfera geoestratégica. El mundo bipolar ha evolucionado a un mundo más complicado, más volátil, más impredecible. Unos consideran que son ganadores en la ‘guerra fría’ (léase los Estados Unidos y sus aliados) y que a su juicio los ‘perdedores’ (léase Rusia) deben subordinarse a sus intereses. Algunos se presentan a sí mismos como ‘una nación exclusiva’ a la que se le debe permitir todo. Ellos tratan de imponer su voluntad sobre otros países. Algunos, por ejemplo, como países Bálticos, ya están subalternizados y cumplen su papel servilmente, otros no. Lo que actualmente nosotros vemos en muchos países es el resultado de intervención de afuera en los asuntos internos.
El espíritu de triunfo en la ‘guerra fría’ dejó en muchas mentes calientes la percepción de que es la hora de someter a Rusia a los intereses occidentales. Y desde la desintegración de la URSS en 1992, día tras día han carcomido el tronco de los intereses de mi país hasta llegar a la frontera de Rusia.
La OTAN es un instrumento militar de los países occidentales, es el vestigio del pasado, de la división del mundo por líneas ideológicas. No es un querubín. Ha mostrado más de una vez sus músculos. En 1999 sus aviones bombardearon la capital de Serbia (Belgrado) en el corazón de Europa, empujando al pueblo serbio en el ‘corral democrático’. Los aviones de la OTAN ‘trabajaron’ en Libia, en Afganistán ‘trayendo paz y bienestar’ a sus pueblos. ¿Aquí acaso no se trata de establecimiento del control sobre países?
Y si uno mira atentamente al esquema de la olas de expansión de la OTAN en la dirección oriental en las últimas décadas, verá que esta agrupación militar intenta ampliar su control vía Georgia y Ucrania. Es la OTAN la que se acerca a Rusia y no viceversa. Es la OTAN la que establece las tecnologías militares de aplastar nuestro potencial estratégico nuclear y misil. Es la OTAN la que en su última cumbre tomó la decisión de aumentar su potencial bélico, desarrollar la red de comando y infraestructura militar en los países de Europa Oriental y en los estados Bálticos, incrementar su presencia militar en las aguas de los mares Báltico y Negro. La implementación de estos planes creará grandes riesgos para la seguridad europea. Basta mencionar que el balance cualitativo y cuantitativo de las armas convencionales y del presupuesto militar mancomunado de los países de la OTAN sobrepasa 17 veces los gastos de defensa de Rusia.
Hay que mencionar también que los Estados Unidos junto con algunos vasallos están creando escudo antimisil con los elementos contra los intereses estratégicos de Rusia.
No me extrañan las palabras del ministro británico porque están en el marco de su ideología belicista. Asustar al público, hacer pagarlo por ‘razones de seguridad’, garantizando así el futuro para su complejo industrial y militar, ‘Amenaza de Rusia’ es un pretexto muy cómodo en ese contexto. Por eso no vale la pena cargar la culpa en cabeza ajena. ¡Cómo no recordar aquí la posición de Londres sobre los territorios de las Malvinas! Durante la cuaresma el ministro de Defensa de Gran Bretaña no debería asustar al público internacional sino purificar su propio corazón y liberarse del pecado de doble moralidad.
Los aviones rusos siempre han pasado por los territorios aéreos internacionales sin violar el derecho internacional. Son actividades normales y regulares de nuestras fuerzas armadas. Nosotros estamos preocupados por la expansión continua e incremento del poderío militar de la OTAN. Por eso hay que tener paciencia y hablar uno con otro como iguales sobre la seguridad indivisible europea. Si vamos a tener confianza no necesitaremos esos vuelos.
En cuanto a las acusaciones británicas sobre las técnicas de subversión de Rusia en Crimea, quiero decir que en las condiciones modernas obligar a dos millones de habitantes a votar en favor de su independencia es imposible. Habían condiciones objetivas para esa decisión. Los ciudadanos de Crimea usaron su derecho de autodeterminación que está inscrito en el Estatuto de la ONU. Todas las normas del derecho internacional fueron cumplidas a cabalidad durante el proceso de unificación de Crimea con Rusia. Los ciudadanos de Crimea optaron con juntarse con Rusia por su propia voluntad. ¡Ovalema mentiras!
Hoy Ucrania se convirtió, por desgracia, en un campo de batalla estratégica. Se habla de los intereses norteamericanos y sus aliados para consolidarse en esta región y ampliar sus intereses ideológicos, políticos, militares y económicos. Abrir el mercado ucraniano para sus productores es la meta de los occidentales. Eso se ha comenzado mucho antes de los acontecimientos actuales.
Los occidentales tratan de expulsar a Rusia de su zona de influencia tradicional y de fraternidad. Basta mencionar que Rusia es un hogar para 3-4 millones de ucranianos, 25 millones de rusos étnicos y rusoparlantes viven en Ucrania. Entre ambos países existen lazos económicos estrechos. Durante siglos nosotros vivimos juntos y en armonía con el pueblo ucraniano defendiendo territorio común en los tiempos difíciles.
El partido prooccidental de Poroshenko es la mano ejecutora de la voluntad del Occidente que logró imponerse por vías dudosas en el marco interno. Los occidentales manipulan a ese títere a su beneficio. Eso se acompaña con la ayuda política, financiera, económica y militar y no importa que el régimen de Poroshenko llegó al poder con el golpe de Estado. Los fines estratégicos justifican los medios.
Lo que pasa actualmente en Ucrania es un problema puramente interno de este país. Los gobernantes ucranianos deben hablar con su propio pueblo y encontrar modus vivendi con él democráticamente vía diálogo sobre asuntos constitucionales, coexistencia de dos culturas y lenguas, respetando los intereses legítimos de grupos de ciudadanos que viven en todas las partes del país. El saldo de la política beligerante contra su propio pueblo es de 5 a 50.000 muertos (según diferentes fuentes), entre los cuales muchos civiles y niños inocentes, miles de heridos, la infraestructura destruida de regiones enteras, falta de medicamentos, agua, víveres, etc.
En mi réplica no quiero tocar los temas de Chechenia y Abjasia y Osetia del Sur. Si hay interés podemos hablar de esas cosas así como podemos hacer comentarios sobre el mapa de incidentes en el mar Báltico. Todo eso requiere análisis serio y detallado.
En fin, yo pudiera seguir señalando mi discrepancia con el contenido de dicho artículo, pero me limito a invitar a la gente que se dedica a la escritura de cosas de política exterior a no tocar los temas a la ligera utilizando moldes preparados y propagados por otros capitales sino analizar cosas seriamente. Hay que poner todo en su contexto propio y presentar la realidad como está. Entonces, las acciones de mi Presidente serán más comprensibles para los paraguayos que cómo los rusos aman a su Patria y quieren vivir en armonía y paz.
Hago propicia esta oportunidad para expresarle a usted, señor director, las seguridades de mi más alta y distinguida consideración y saludos cordiales a los estimados lectores de su prestigioso periódico.