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El Kursk, de Rusia
El 12 de agosto de 2000 el “Kursk” naufragó durante unas maniobras tras la explosión de un torpedo, matando a la gran mayoría de los 118 tripulantes del submarino, de propulsión nuclear.
Ocho días después se lanzó una operación internacional de rescate, retrasada por las reticencias de Moscú a aceptar ayuda occidental.
Cuando el día 21, los buzos noruegos lograron por fin abrir la esclusa, ya era demasiado tarde para rescatar con vida a los 23 marinos que habían sobrevivido a la explosión.
El caso más grave en China
El 2 de mayo de 2003, la agencia oficial china Xinhua, sin dar mayores detalles, anunció que un submarino de clase “Ming” que participaba en un ejercicio, registró un fallo mecánico que provocó la muerte de los 70 miembros de su tripulación.
El argentino San Juan
El 30 de noviembre la Armada argentina anunció que daba por terminadas las tareas de rescate de los 44 tripulantes del submarino “ARA San Juan”, dos semanas después su desaparición en el Atlántico Sur.
A pesar de que no es posible afirmar que los tripulantes han muerto, “no se encontró evidencia alguna del naufragio en las áreas exploradas” y ha transcurrido “el doble del tiempo” en que se estimaba aguantaría su reserva de oxígeno, y podrían ser rescatados con vida.
Se presume que el sumergible sufrió una explosión de origen incierto, tres horas después de haber reportado una avería en las baterías.
El Komsomolets soviético
El 7 de abril de 1989, un cortocircuito provocó un incendio a bordo del “Kosmolets”. Orgullo de la marina soviética, este sumergible ultramoderno estaba dotado de misiles con ojiva nuclear. El submarino llegó a la superficie y varios tripulantes lograron salir, lanzándose a las aguas glaciales. Cuarenta y dos marinos murieron y 27 fueron rescatados.
El ruso Nerpa
El 8 de noviembre de 2008, 20 personas que iban a bordo del submarino ruso “Nerpa” murieron asfixiadas tras haber inhalado gas freón, desprendido por el sistema antiincendios, activado por error durante una travesía de prueba.
Sindhurakshak, de India
El 14 de agosto de 2013, en plena noche, el submarino militar “INS Sindhurshak” fue destruido por una explosión y zozobró en el astillero de Bombay en el que se encontraba, sin dejar ningún superviviente entre los 18 marinos que estaban a bordo.
Construida en 1995 en San Petersburgo, la embarcación acababa de ser reparado por una empresa rusa.