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Sara Benítez, actualmente al servicio del Programa de Agricultura y Economía del Ministerio de Agricultura y Ganadería, trabaja hace 25 años en la promoción de las comunidades indígenas de Caaguazú, y como conocedora de los nativos sostuvo que siguen en la pobreza, pero que hay grupos que quieren progresar.
El entorno en que están –según explicó– ha cambiado, los clanes familiares se dividieron, y en medio de esas situaciones, están queriendo construir un nuevo mundo de acuerdo a la realidad ecológica, geográfica y cultural.
“Un joven mbya conoce mucho de su cultura, pero ya no conoce lo que fue el gran bosque. Es decir puede construir su mundo con los elementos que tiene hoy”, indicó.
En ese sentido, sostuvo que los nativos que quieren sobrevivir deben optimizar la agricultura. Agregó que ellos siempre trabajaron la tierra, pero hoy deben cultivar más para sobrevivir. Antes eran nómadas porque había aquí frutos y allá animales silvestres; hoy ya no se da esa situación. También deben diversificar sus rubros para tener alimentos todo el año.
La técnica cree que los indígenas van a ser prósperos agricultores si hay un acompañamiento en las comunidades; es decir construir con ellos los planes de desarrollo, capacitar a su gente para que sean los técnicos, luego ellos se encargarán de producir más, como se está viendo en algunas comunidades de Caaguazú.
Para alcanzar ese objetivo, cree que se debe fortalecer el Programa de Agricultura y Economía del MAG, para que haya un acompañamiento de campo, porque el Indi no está capacitado para esa labor. Un trabajo posterior sería trabajar con ellos para que sepan ahorrar y que no gasten de una sola vez, solo así se evitarán los desplazamientos.
Finalmente, sostuvo que hoy los nativos quieren manejar tractores, al igual que los menonitas, porque consideran que así también pueden producir más.