La dupla presidencial y la interna liberal

De la mano de su presidente, Efraín Alegre, el PLRA definió que Leo Rubín, representante del Frente Guasu, completara la dupla presidencial para las elecciones generales del próximo año. La decisión se demoró semanas y solo se confirmó después de que el intendente de Asunción, Mario Ferreiro, rechazara ocupar ese lugar.

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La postulación de Rubín como segundo en el Ejecutivo generó malestar en diferentes sectores de la oposición y del mismo PLRA. Incluso podría tener un fuerte impacto dentro de las internas liberales que en diciembre deberán definir quién será el candidato presidencial para el 2018.

Hasta ahora, Efraín Alegre siente que es el candidato natural; con la suficiente estructura para asegurar los votos. Sin embargo, la decisión de elegir un vicepresidente entre cuatro paredes puede frenar una eventual victoria.

La fortaleza electoral de Alegre está dada en la suma de pequeños grupos repartidos en todo el territorio nacional. Cada uno de esos sectores tiene candidaturas regionales o nacionales que atender y solo por extensión votarían por Alegre. No son votos genuinamente suyos.

La principal fuerza interna dentro del PLRA es Equipo Joven creado y controlado por el senador Blas Llano. Por sí solos tienen casi el cuarenta por ciento de los votos liberales. Perdieron las internas frente a Alegre porque se presentaron solos sin acuerdos con otros grupos.

Equipo Joven no tiene un candidato presidencial para las elecciones internas. Presenta solo candidaturas regionales. Pero eso no significa que no llegue a pelear la candidatura aunque sea indirectamente.

En las últimas semanas, Carlos Mateo Balmelli, uno de los candidatos presidenciales del PLRA dispuesto a enfrentar a Alegre, mantuvo conversaciones con el sector controlado por Llano y abrió la posibilidad de un acuerdo. En las últimas encuestas, Mateo se acercó al veinte por ciento de la intención de voto. Aliado con Equipo Joven podría orillar el cincuenta por ciento.

Un acuerdo en esos términos reconfigura toda la relación de fuerzas dentro del PLRA y podría poner en peligro la candidatura presidencial de Efraín Alegre. 

A partir de ahora los pequeños grupos dentro de la interna liberal empezarán a cobrar mayor fuerza. En gran medida, la definición de la candidatura presidencial estará en sus manos y no en los grupos con mayor volumen electoral. Si las incomodidades con la candidatura a vicepresidente empiezan a traducirse en votos las elecciones internas de diciembre tendrá grandes sorpresas.

El equipo político de Alegre empezó a buscar respaldo por fuera del partido para apoyar la dupla presidencial, pero se olvida que primero debe ganar las internas partidarias. Tanta seguridad de tener controlado el partido podría jugarles una mala pasada.

La decisión de elegir como candidato a vicepresidente a un hombre que viene de uno de los grupos radiofónicos más tradicionales y que no está plenamente identificado con la actividad política responde a los cánones temporales que vivimos, pero no necesariamente asegura votos para una elección presidencial. Hace falta un poco más que la novedad para ganar.

Las semanas y meses que se vienen serán cruciales en la interna liberal. Por ahora, los respaldos parecen firmes, pero en las últimas horas las conversaciones entre los diferentes grupos internos empezaron a intensificarse; señal de que alguna cosa podría estar en gestación.

La interna está lejos de tener una definición. Todo hace presumir que ahora se inician los próximos cien días de campaña intensa donde la recomposición de fuerzas podría ser la protagonista de todo el proceso.

ogomez@abc.com.py

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