Por el rumbo correcto

Tenemos que poner todo el empeño para que de buena manera el Presidente electo entienda que el rumbo que le indican Lugo y Nicanor, grandes operadores del bolivarianismo, es el que no quiere seguir el país. Digo, él ganó las elecciones con el voto de los colorados que querían volver al poder y porque, estos junto con otros, no querían seguir con el rumbo perfilado e iniciado por Nicanor Duarte Frutos y consolidado con Fernando Lugo acompañado por un gobierno multicolor sin más aspiración que satisfacer sus apetitos. No romper con esa tendencia sería una verdadera traición a sus electores y a la esperanza de mucha gente.

Cargando...

Poner rumbo hacia el Pacífico es mucho más que un cambio en la dirección de los puntos cardinales. Ir al Oeste, hacia el Pacífico, es el cimiento para construir un sistema económico capaz de tener un buen desempeño aprovechando las enormes oportunidades que ofrece el mercado global. Justamente, esos Mercados que Brasil pretende controlar en nuestro nombre para tenernos controlados a nosotros.

Mercosur solo se justifica si nos ofrece una oportunidad para superarnos política, social y económicamente. Hoy, no hacen más que generar sistemas políticos económicos y políticas fracasados en todas partes del mundo y durante toda la historia. El bienestar pasajero siempre resultó una ilusión.

En los escenarios que se ofrecen con la Alianza del Pacífico se abre un juego completamente nuevo. Son otro tipo de empresarios, otro tipo de mentalidades, otras las condiciones para el éxito. Se podrá hacer negocio en serio y serios, en escalas poco conocidas por nosotros. El éxito o el fracaso no dependerán de la proximidad al poder político, de la obsecuencia, del figuretismo sino que de la capacidad, de la dedicación y perseverancia, del talento. La economía necesariamente estará en manos de emprendedores y empresarios capaces de identificar y aprovechar las oportunidades en todo el mundo y estarán más pendientes de los mercados que de una cena con un ministro o con el Presidente.

Con el tiempo nuestra economía, nuestro comercio dejará de depender del humor de los presidentes de Brasil y Argentina o del estado de ánimo de gendarmes y agentes de la Reiceta Federal. Dependerá de nuestra capacidad de competir en los mercados globales.

Este rumbo requiere de cambios profundos, dolorosos y tal vez traumáticos en algunos casos. Para lograrlo se necesita de una conducción de gran prestigio, transparente, confiable y creíble. Necesitará de un gran apoyo político de la ciudadanía porque es insuficiente el acompañamiento de algunos actores que precisamente serán los que mayor resistencia ofrecerán al cambio.

El señor Cartes tiene la oportunidad de hacer un gobierno absolutamente trascendente, que impactará negativa o positivamente en la vida de varias generaciones. No me caben dudas que podría gerenciar un proceso de modernización del Estado paraguayo, quisiera creer que puede liderar un proceso de tal magnitud que no mostrara mejora en los indicadores económicos y sociales sino que un horizonte esplendoroso y no el cargado de nubarrones y temores que tiene nuestra juventud y sus padres hoy en día.

Para muchos de nosotros no es suficiente un buen pasar, es fundamental percibir que nuestros hijos y nietos tendrán su propio bienestar y felicidad. El Presidente no podrá hacer ninguna de las dos cosas si se equivoca en el rumbo. No solo no estaremos dispuestos a seguirle si el rumbo es el indicado por Nicanor y Lugo sino que haremos todo lo posible para evitarlo.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...