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Navegando encuentro una página con el sello de la República Federativa de Brasil, en la que exponen puntos de una semana de formación patriótica para niños. El texto del país vecino me parece útil para dar un pantallazo del eje temático: “La conmemoración de la Semana de la Patria representa una importante fuente de estímulos de civismo, propiciando así la oportunidad de formar a los niños en el concepto de Patria. Los objetivos son: Reflexionar sobre lo que es ser patriota; incentivar el amor a la Patria; conocer mejor nuestra historia y sus protagonistas; identificar y valorizar los símbolos patrios; conocer y valorar los derechos y deberes de todos nosotros, los ciudadanos. Valorar la escuela como participante de la grandeza de la Patria. Despertar el civismo y el sentido crítico a través de los contenidos propuestos por el Himno Nacional y la Independencia. Sugerencias de actividades: Conversaciones y discusiones sobre lo que es la Patria; qué ocurrió en la fecha que conmemoramos. La vida en Brasil antes y después de la Independencia”.
A falta de previos consejos educativos por parte del MEC y educadores, estos puntos adecuados a nuestro país son muy interesantes para desarrollar en charlas familiares. ¿Habrá quienes desempolvaron estos días los libros de Historia o narraron a sus hijos algo alusivo? La Historia no es un mero acto escolar, ni belicosidad en cadena contra otros países, sino revisión y reflexión.
En Alemania una niña (7) me corrigió de inmediato cuando le dije que los colores de su bandera eran negro, rojo y amarillo. “No, la bandera es negro, rojo y oro”. Cuán convencida lo aclaró. Ella, como otros niños alemanes, crecerá conociendo la dura historia de su patria, pero a la vez la querrá por recibir hoy educación en el ejercicio constante de sus derechos y obligaciones.
La patria es como la buena madre: no engendra diferencias; desgraciadamente estas son producto de los malos gobiernos y renuentes grupos sociales al bienestar común. En la patria bien cuidada la mayoría se desarrolla integralmente, tiene trabajo, se identifica; nos sentimos bien dispuestos a ser felices, adquirimos destreza y autoconfianza para obrar libremente en el mundo sin olvidar nuestras raíces.
Este Mayo la bandera paraguaya adorna pechos, casas y oficinas, pero existe una labor pendiente de reconocimiento y de lucha que en muchísimos aspectos todavía nos debemos para sentirnos cabalmente patriotas.
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