Aparecen muchas dudas sobre lo ocurrido

La explicación oficial de la explosión en la que murieron dos militares y resultó herido un agente especial de la Senad, en Cuero Fresco, distrito de Horqueta, despertó ayer muchas dudas debido a una serie de contradicciones.

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Según confirmaron varias fuentes de la propia Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), los militares Piñánez y González, así como el agente especial Jara, se dirigían el encuentro de un informante que debía introducir provistas y municiones al campamento del grupo terrorista Agrupación Campesina Armada (ACA), liderado por los hermanos Jara Larrea.

La estrategia consistía supuestamente en ocultar una bomba entre los víveres que iba a llevar el informante, por lo cual fue convocado el capitán Piñánez, quien era un experto en el diseño y manejo de explosivos.

El plan contemplaba supuestamente que el artefacto debía ser detonado a distancia una vez que el informante saliera del campamento. Pero aparentemente, la bomba estalló en poder de los uniformados, dentro del vehículo.

La otra versión sostiene que se trató de una entrega vigilada de un explosivo a los líderes del ACA. Supuestamente, la bomba llevaba un dispositivo de rastreo satelital que debía revelar la posición de los criminales, lo que permitiría una posterior ofensiva.

La versión de que un motociclista arrojó la bomba bajo la camioneta en pleno desplazamiento no convence, porque el atacante también hubiese sido afectado por la explosión teniendo en cuenta la distancia, y cuando menos, la camioneta hubiese volcado.

¿Qué pasó de la cuarta víctima?

Llamativamente, en la noche de la tragedia ninguna autoridad explicó qué fue lo que realmente ocurrió ni en qué tipo de misión se encontraban las víctimas. Tampoco nadie habló ayer de la cuarta persona que presuntamente estaba con los tres uniformados (que sería el informante) y que fue atendida junto al agente especial Jara en una clínica privada de Horqueta. El doctor Sixto Barrios, director del sanatorio “San Antonio”, confirmó ayer que él mismo atendió al agente especial y al civil, que llegaron juntos a consecuencia de la misma explosión.

Agente especial manejaba el móvil, pero resultó ileso

Otra duda instalada es cómo el agente especial Jara se salvó y los otros dos quedaron completamente desintegrados. La explicación oficial señala que el funcionario de la Senad, quien supuestamente manejaba la Toyota, bajó del móvil para perseguir al motociclista.

El hecho de que el techo de la camioneta fue rescatado a unos 200 metros de la escena también sustenta la sospecha de que la explosión ocurrió dentro del vehículo.

Un comunicado emitido por las Fuerzas Militares indica que se buscará determinar “si se trató de un hecho fortuito o intencionado”.

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