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Casco dijo que, tras la masacre del exdiputado Magdaleno Silva y otras tres personas, pidió por nota al comandante de la Policía Comisario Francisco Alvarenga los datos del personal policial destinado en Yby Yaú. Justificó su pedido señalando que él vive ahí, al igual que su familia, “y debo conocer quién está trabajando por la seguridad en Yby Yaú”.
El legislador dijo que intentó pedir esa información telefónicamente, pero el comandante de la Policía nunca le atendió, por lo cual decidió remitirle una nota que, hasta el momento, no le fue contestada.
Consultado por qué no solicitó el informe en forma institucional, a través de un proyecto que fuese aprobado en plenaria, dijo que le pareció mejor hacerlo en forma personal, en su calidad de autoridad nacional y del departamento.
Según el legislador, su pedido estaba amparado en el artículo 28 de la Constitución que habla del derecho de los ciudadanos a acceder a información veraz, ecuánime y responsable de parte de la fuentes públicas.
Al preguntarle si no podría ser considerada una presión el hecho de que él pida informes de cada policía, dijo que su objetivo era cuidar su seguridad personal y la de su familia. Admitió que tenía temor “por todo lo que pasó”. “Necesito gente que realmente tenga condición de velar por la seguridad y en ese sentido quiero tener la certeza de que está gente de bien, que nunca tuvo algún problema, eso es lo que pretendo”, agregó.
Consultado si no estaba tratando la seguridad pública como una cuestión personal, el legislador dijo que no era solamente para él y su familia sino para toda la población de Yby Yaú.
Indicó además que en algún momento se lo sindicó como posible responsable de lo que pasó. “Gracias a Dios que hoy en día las instituciones competentes, como el Ministerio Público, la Policía Nacional y el Ministerio del Interior ya prácticamente tienen cerrado el caso”.
Dijo que eso le ponía “muy contento, en el buen sentido de la palabra (sic), el hecho de que se me desvincula de todo lo que se habló”. Sostuvo que, desde el primer momento, tuvo la conciencia tranquila porque “yo no soy de esa clase”.