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Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y pensador indio.
“La violencia es el miedo a los ideales de los demás”.
Isaac Asimov
(1920-1992) Escritor y bioquímico estadounidense.
“La violencia es el último recurso del incompetente”.
Martin Luther King
(1929-1968) Religioso estadounidense.
“La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve”.
León Tolstoi
(1828-1910) Escritor ruso.
“Toda reforma impuesta por la violencia no corregirá nada el mal: el buen juicio no necesita de la violencia”.
El azote de los dioses
Atila fue el último y más poderoso rey de los hunos (hiong-nu), pueblo nómada de origen asiático. Heredó el trono de su tío (c. 434), conjuntamente con su hermano Bleda, con quien compartió el poder durante ocho años, pero, en el año 442, el propio Atila lo mató para gobernar solo. En aquel momento, el poder de los hunos —asentados en Panonia (la actual Hungría)— se extendía desde el mar Caspio hasta los Alpes y se basaba en un ejército compuesto, en gran parte, por germanos, en el que figuraban consejeros romanos (Orestes) y griegos (Onegesies). Ambicioso, Atila quiso conquistar el Imperio romano de Oriente, al cual sometió al pago de gravosos tributos: en 441-43 llegó hasta las puertas de la capital, Constantinopla; y, en 447-49, recorrió los Balcanes hasta Grecia. La violencia con que actuaba dio lugar a la famosa frase: “Nunca más ni el pasto crece bajo los cascos de su caballo”.
No contento, su mirada se dirigió contra Occidente. En el 451 invadió la Galia y el reino visigodo de Tolosa, pero tras arrasar Metz y asediar Orleans, fue derrotado en la batalla de los Campos Cataláunicos (cerca de Troyes) y se retiró. En el 452 invadió el norte de Italia: arrasó Aquileya, Milán y Padua; las poblaciones aterrorizadas, huyeron hacia las montañas o en las lagunas del Adriático, momento del que data la fundación de Venecia. Cuando el emperador romano de Occidente, Valentiniano III parecía a punto de sucumbir, el papa León I detuvo la invasión a cambio de pagarle un tributo. Atila se retiró a Panonia, en donde murió (c. 453) víctima de un ataque de apoplejía en su noche de bodas o a manos de una mujer... no se sabe.
Su muerte avivó aún más la leyenda que fue en vida: los personajes de Etzel, en el Cantar de los Nibelungos, y Atli, en la Saga de los Volsungos y la Edda poética, están inspirados en su figura. (*)
(*) Fuentes: