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Tanto el retablo como el templo y la sagrada imagen de San Blas de esta ciudad datan de la época de los franciscanos, y hoy precisan de una urgente restauración, antes de que sufran daños irreversibles, según comenta el vicario local, padre Hugo Araújo.
El sacerdote indica que tanto el retablo como la imagen del patrono cuentan con más de 400 años de antigüedad y se encuentran estropeados en gran medida, por lo que es urgente una intervención para conservarlos en buen estado.
“El retablo y la imagen del patrono son originales, nunca fueron retocados y, según los datos, son de la época de los franciscanos. Hoy ya están muy desgastados y tienen que ser restaurados en la brevedad”, expresa el religioso.
La madera del retablo se encuentra resquebrajada y la imagen tiene los dedos, prácticamente, mutilados. Además de estos dos símbolos, todo el edificio también precisa refacciones.
“Según la historia, el primer templo se quemó y en su lugar fue erigido el actual. En una de sus vigas figura 1698 y tiene más de 300 años, mientras que la imagen sería la primera que tuvo la ciudad y ya supera los 400 años”, manifiesta el sacerdote.
Unos cinco años atrás, se presentaron proyectos a la Itaipú Binacional y al Ministerio de Obras Públicas (MOPC) para las restauraciones, pero hasta la fecha no tienen respuestas. En aquel tiempo, los trabajos iban a costar G. 500 millones, pero hoy en día ya serían el triple. El templo de Itá forma parte de los patrimonios culturales del país.
San Blas fue proclamado patrono del Paraguay el 3 de febrero de 1539, a raíz de una protección providencial que atribuyeron al santo milagroso, en el fuerte de Corpus Christi. Es patrono de la ciudad de Itá desde 1585, inicio de la primera evangelización, con la presencia de los sacerdotes fray Luis de Bolaños y fray Alonso de San Buenaventura. San Blas es considerado protector de la garganta.
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