/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/4ZNXS73LRNA6LD6N2QVIGWQADA.jpg)
Cargando...
El proyecto se concretó en el año 1991 y cuenta con peculiares detalles que lo mantienen en un sitial preponderante en la ciudad de San Bernardino. El trabajo pertenece a la arquitecta Olga Heinrich, quien supo plasmar con un talento único las líneas deseadas por los propietarios.
El dueño solicitó un estilo minimalista en la construcción, mientras que la reina de la casa de nacionalidad mexicana deseaba transmitir la misma calidez de su nación, que se logró a través de detalles propios de la zona, y la artesanía de nuestros indígenas, padres de nuestra tierra.
Así se instalaron ciertos elementos elaborados en madera y telares, como vasijas, figuras de animales y las fajas de lana colocadas en cada respaldo de las sillas del comedor.
Al entrar a esta casa de verano también puede quedar maravillado por el diseño del piso del pasillo y de otros sectores, en los que se conjugan creatividad y arte, que se logró a través de la cerámica cortada en un degradé de tonos.
El paisaje del patio posterior es ideal para contemplarlo por horas, gracias al lago que se encuentra solo a unos pasos de la pileta –con diseño sin fin– de esta casa. Los frondosos árboles renuevan el aire y protegen con su hermosa sombra.
Toda la fachada de esta casa llamada “Claro de Luna” cuenta con la frescura de la hiedra que envuelve la morada de piso a techo. Desde la terraza, el jardín o la piscina se observa el horizonte, la serranía y el lago que debemos valorar y cuidar.
darzamendia@abc.com.py