Enfermos renales sufren carencias en el hospital regional de Caacupé

El servicio de hemodiálisis del hospital regional de Caacupé, inaugurado el pasado 8 de agosto, tiene serias falencias de instalación de agua, carece de insumos y varios de sus funcionarios no cobran desde hace tres meses. A causa de esta situación, los pacientes solo se dializan 3 de las 4 horas prescritas, según mencionó la Dra. Elsa da Silva, jefa del área.

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CAACUPÉ, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El servicio de hemodiálisis del hospital regional, recientemente inaugurado, tiene 21 pacientes que se tendrían que dializar tres veces por semana durante cuatro horas, sin embargo desde hace 15 días solo pueden hacerlo durante tres horas.

Elsa da Silva, jefa del área, explicó que este hecho hace que los pacientes no se estabilicen correctamente y la calidad de vida de los enfermos disminuya.

Añadió que la expectativa de vida de los pacientes que se dializan es de 10 años, pero al dializarse menos horas estos años se reducen en un 50 por ciento, indicó.

Sin embargo, desde hace 15 días solo pueden estar conectados a las máquinas durante tres horas, que es lo mínimo, ante la falta de personal de blanco que cubran todas las horas.

Mencionó además que tres funcionarios no cobran sus salarios hace tres meses por cuestiones burocráticas, por lo que tienen que buscar otros trabajos en las horas que les quedan libres.

Los funcionarios trabajan desde las 05:00, horario en que se desinfectan los equipos de diálisis. Los pacientes se dializan desde las 06:00 hasta las 15:00, pero por la cantidad llegan a estar incluso hasta las 18:00. De lunes a sábado.

La galena manifestó que los funcionarios de blanco que trabajan en el servicio de diálisis tampoco cobran las horas extras trabajadas.

En el lugar se cuenta con dos médicos y ocho técnicos, además de un personal administrativo.

El servicio cuenta con cinco sillas para diálisis. Cada equipo tuvo un costo aproximado de 17.000 dólares (unos G. 75 millones) y la inversión en la readecuación edilicia fue de unos G. 400 millones. Además, se instaló una planta de tratamiento de agua, que costó 12.000 dólares (G. 53 millones).

Sin embargo, luego de tres meses, el servicio sigue sin funcionar correctamente.

La doctora Da Silva explicó que estas falencias se deben a que la habilitación se hizo a las apuradas, sin que la planta de tratamiento funcione como debería. Agregó que el mismo ya se refaccionó en tres ocasiones, porque las pérdidas de líquido son constantes.

Esta situación preocupa a los familiares de los pacientes, quienes realizaron la denuncia en varias ocasiones ante la directora del hospital regional, Dra. Doricel Ferreira, pero hasta ahora no se han tomado las medidas para ofrecer un mejor servicio a los enfermos.

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