Aspectos de nuestro consumo energético

Esta exhaustiva intervención analítica sobre el comportamiento de la generación, transformación, demanda y consumo de las fuentes energéticas que disponemos, tanto propias como importadas, nos permite visualizar aspectos no considerados cotidianamente, en ese sentido y luego de una discriminación más rigurosa de sectores de consumo, estamos en condiciones de evaluar las facetas de la utilización de nuestro preciado producto, es así que el último resultado del Balance Nacional de Energía útil del 2011, arrojó valores interesantes en comunidades; residencial, comercial y servicio, transporte, agropecuario-forestal, industrial y minería y construcción.

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Los gráficos A y B nos permiten comparar los hechos, es decir que, en la disposición de la composición de consumo de energía neta del 2011 (energía, en teoría, efectivamente suministrada) y consumo de energía útil del mismo año (consumo de energía efectivamente aprovechada, una vez descontadas las pérdidas).

Para el primer evento, los sectores residencial, industrial y transporte suman 86,6% del total del compacto, luego, una vez consumida la energía útil (ver gráfico B) para los mismos sectores, visualizamos completan 83,8%, proporción similar a la anterior, sin embargo, hurgando en la segunda vista observamos una notable  redistribución de bloques.

En el gráfico B, es obvio la caída de la participación del sector transporte en todo el sistema energético nacional, de 31,1% a 17,3%, este desbalance tiene su razón, este sector es el más ineficiente.

Teniendo presente esta definición, en el marco del estudio del Balance Nacional de Energía Útil del 2011, ordenado por la Itaipú Binacional mediante la Universidad Corporativa Itaipú (UCI), se procedió a estimar los rendimientos promedio de cada medio de locomoción, es así que, en el caso de los motores de combustión interna (Otto y Diésel) del transporte terrestre, el rendimiento a la salida del motor es de 24% en motores Otto y 34% en motores diésel.

Si a estos valores los multiplicamos por las eficiencias en transmisión desde el motor hasta las ruedas (estimadas en un 75% en motores Otto y en un 70,5% en motores diésel), serían 18% y 24% respectivamente. Para el transporte fluvial, el rendimiento medio de embarcaciones a propulsión con motores diésel se ubica en el 41%, obtenido a partir de la multiplicación de un rendimiento en el motor del 51,7% y una eficiencia en transmisión del 80% (0,517 x 0,8 = 41%). Finalmente, en lo que respecta al aéreo, se consideró que el rendimiento medio de las aeronaves se ubica en el 24%, obtenido a partir de la multiplicación de un rendimiento en el motor del 34% y una eficiencia en transmisión del 70% (0,34 x 0,7 = 24 %), la decadencia del sector transporte es compensada por el sector industrial (gráfico B).

El lector notará que nos detuvimos a examinar mayormente el comportamiento del sector transporte, no perdemos de vista que la fuente energética que moviliza estos móviles son los hidrocarburos, para los críticos impulsores de las movilidades eléctricas, esta radiografía es uno de los fundamentos que sostienen la teoría de la implementación de medios masivos de transporte de pasajeros, cargas y otros, con impulsión eléctrica. Los factores que contribuyen sobre los respectivos sectores para el establecimiento de una determinada eficiencia en el uso de combustibles son; en el sector Residencial los bajos rendimientos están asociados al consumo de leña y carbón vegetal; en el Transporte, Agropecuario y Forestal y Minería y Construcción al peso que tienen los consumos en los motores de combustión interna, equipos de baja eficiencia relativa.

En cuanto a la cobertura de electricidad y el procesamiento del suministro para consumo final es un asunto que lo abordaremos en particular en otra entrega, es un aspecto a analizarlo con especial atención considerando que se trata de la mayor fortaleza que tenemos en términos de yacimiento nacional o binacional.

Sin lugar a dudas que la planificación, gestión y políticas energéticas sustentables son las herramientas aliadas que nos permitirán ser dueños de nuestras propias encomiendas, la adecuada orientación de las entidades estatales autorizadas tienen la atribución de una definición de los delineamientos precisos que nos conducirán a un mayor impulso hacia el desarrollo socioeconómico del Paraguay, observamos en la tabla anexa que todos los sectores de la sociedad de alguna u otra manera están dependientes de los combustibles o generadores de origen energético. Nuestro planeta se sustenta y será aún mayor con el paso del tiempo en un núcleo estratégico, la energía. En Paraguay, en particular en la hidroenergía.

Tabla - (se define la tonelada equivalente de petróleo (tep) como 107 kcal (41,868 GJ), energía equivalente a la producida en la combustión de una tonelada de crudo de petróleo)

Aliadas

La planificación, gestión y políticas energéticas sustentables son las herramientas aliadas que nos permitirán ser dueños de nuestras propias encomiendas.

(*) Coord. Ej. de la Universidad Corporativa Itaipú (UCI)

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