Evolución del sistema financiero paraguayo

El sistema financiero paraguayo de la actualidad es considerado como uno de los sectores más sólidos de la economía nacional, aportando de manera directa un 3% al producto interno bruto (PIB). La consolidación del sector no fue tarea fácil para los actores financieros, debido a que en años anteriores problemas de supervisión por parte del Banco Central del Paraguay (BCP), así como ciertas acciones poco ortodoxas provenientes de participantes afortunadamente apartados del sector, llevaron a dos importantes crisis financieras a mediados de los 90 y principios del 2000. Luego de un periodo de adecuaciones y reacomodos del sistema financiero entre los años 2002-2004, así como mejoras en regulación y supervisión por parte del Banco Central, se observa una vuelta a la confianza marcada por un gran crecimiento del sector financiero en el Paraguay.

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De las 99 entidades financieras reguladas existentes en 1995, actualmente existen solamente 16 bancos y 12 financieras operando bajo supervisión de la Superintendencia de Bancos, así como un importante número de cooperativas y entidades de crédito no reguladas. Dicha concentración del sistema ha ayudado a una muy importante consolidación, donde hoy existe un bajo número de entidades, pero las mismas son sólidas con estrictas políticas de administración de riesgo, supervisadas rigurosamente por el BCP. En la actualidad, el sistema bancario se encuentra dividido en 4 grupos, compuestos de 3 sucursales extranjeras directas, 4 entidades de propiedad mayormente extranjera, 8 de capital nacional y 1 institución a cargo del estado paraguayo. A través de la Superintendencia de Bancos, el Banco Central del Paraguay mantiene un riguroso control sobre el sistema financiero nacional, estableciendo las leyes que rigen la materia, incluyendo los parámetros para el manejo de riesgos, niveles de liquidez, tasas de interés y tarjetas de créditos.

Activos

Al cierre del 2013, los activos del sistema financiero (bancos y financieras) totalizaron G. 79,9 billones (U$S 18.379 millones), equivalente al 62% del PIB. Cabe destacar la gran expansión del sector, el cual duplicó su participación con respecto a la economía paraguaya en tan solo 10 años. En el 2003 y 2004, el total de activos del sistema financiero representaba el equivalente al 31% del Producto Interno Bruto. Para finales del año en curso se podría esperar un aumento en la participación del sistema con relación a la economía, con un importante aumento interanual del activo a agosto 2014 del 19,6%, por encima del crecimiento de 3,9% proyectado para el PIB y la inflación del 5%, según las proyecciones de la consultora Investor.

Con relación a la composición del activo, las principales cuentas dentro del sistema financiero son caja y bancos, encaje, inversiones y cartera de créditos. Prueba de la buena dinámica del sector es el crecimiento exhibido por la cartera de préstamos en los últimos cinco años, con un promedio en torno al 23%. Al cierre de agosto, dicha cuenta tuvo un peso de 61% sobre el total de activos. Acompañando el crecimiento de la cartera, los encajes han aumentado 20% durante el mismo periodo de análisis, con un peso equivalente al 12% del activo. A medida que las entidades financieras captan depósitos de clientes, estas deben colocar dinero al final de cada día en una cuenta específica habilitada en el Banco Central como respaldo a sus pasivos con los depositantes, a lo que se denomina encaje. Es decir que cuando una persona deposita dinero en un banco, dicha entidad está obligada a colocar en el BCP el 18% (según las reglas vigentes) de lo que recibió y luego puede utilizar el 82% restante para otorgar nuevos préstamos al público. La tercera cuenta de mayor importancia en lo que va del 2014 es la de inversiones, compuesta de valores públicos (bonos del Tesoro, letras de regulación monetaria) así como valores privados (CDA, bonos corporativos). Dicha cuenta presentó un crecimiento promedio de 9% en los últimos cinco años, siendo un importante canal en tiempos de elevados niveles de liquidez en el sistema. Poco por debajo de las inversiones aparece la cuenta de caja y bancos, con un peso equivalente al 8% del total de activos. Estas dos últimas constituyen los activos más líquidos del sistema financiero, siendo los más importantes para afrontar periodos de crisis.

Créditos

Al cierre de agosto 2014, la cartera de créditos del sistema financiero alcanzó un nivel de G. 53,1 billones (US$ 12.218 millones), con un crecimiento interanual de 19% en términos nominales y 14% en cifras constantes (descontando el efecto de la inflación). De acuerdo a las normas establecidas por el BCP, los créditos en el Paraguay se dividen en nueve sectores económicos: Agricultura, Ganadería, Industria, Comercio por Mayor, Comercio por Menor, Servicios, Consumo, Exportación y Sector Financiero. Los grandes impulsores del crecimiento del sistema financiero en los últimos años fueron los sectores agrícola y de consumo, con aumentos del 235% y 372% con relación a agosto 2009, respectivamente. Actualmente estas dos carteras constituyen cerca del 40% del total de créditos del sistema. Dentro de del sector agrícola (22% del sistema), el 50% de los préstamos fueron otorgados para actividades relacionadas con la producción de la soja, el principal cultivo en el Paraguay. Los préstamos otorgados a las familias, por otra parte, se componen mayormente de créditos para el consumo discrecional (83%) y para la adquisición o construcción de viviendas (15%).

También se destacan los aumentos registrados en los sectores de comercio por mayor y ganadería, equivalentes al 14% y 11% del total de créditos del sistema, respectivamente. En los últimos cinco años, los préstamos al sector comercial aumentaron en promedio un 29%, mientras que la cartera ganadera registró avances interanuales en torno al 26%. Con relación a agosto de 2009, los crecimientos fueron 341% y 305%, respectivamente. Los principales tomadores de créditos comerciales son las empresas comercializadoras de productos agrícolas (20%) y aquellas dedicadas a la importación y comercialización de vehículos (11%). La cartera ganadera, por otro lado, tiene como principal destino a los productores de ganado vacuno con el 73% del sector.

Cabe resaltar que desde el 2009 se observó una transición importante en los destinos de los créditos otorgados por las financieras, específicamente. En el pasado, sus carteras estaban compuestas mayormente por préstamos al consumo y comercio por menor, principalmente micro, pequeñas y medianas empresas – mipymes. En agosto de 2009, estos sectores representaban el 60% de las carteras de las financieras. Para el 2014, se observa una transformación hacia sectores más consolidados, con un aumento en las financiaciones otorgadas a los sectores de comercio por mayor, agricultura y servicios.

Para una mejor comprensión del sistema financiero no solo debemos distinguir a los clientes por actividad económica, sino también por su categoría de deudor, es decir que tan bueno es su historial de repago de préstamos. Una de las primeras observaciones que hacen los analistas en los departamentos de riesgos de los entidades financieras es acerca de las transacciones pasadas realizadas por el potencial deudor, sea esta una persona física o jurídica. En el Paraguay, desde el 2008 se utiliza una división numérica para clasificar a los tomadores de créditos, donde un 1 representa un excelente historial y un 6 una calificación muy pobre. Luego, en el 2012 se incorporando dos subdivisiones dentro de la categoría 1, añadiendo carteras morosas hasta 30 y 60 días de atraso, 1a y 1b respectivamente. Esta información no solamente sirve al momento de otorgar créditos, también es utilizada para un manejo prudente de las cuentas del propio banco o financiera. Debido a la naturaleza del negocio financiero, las instituciones deben tomar todos los recaudos posibles para asegurar que eventos externos no repercutan negativamente en sus balances. Las entidades deberán poder superar ciertos eventos como una crisis política, financiera, o desastres naturales, tomando las precauciones y previsiones que aseguren un correcto funcionamiento de sus operaciones, así como proteger los ahorros de los clientes.

Depósitos

Al igual que lo observado en los activos, los depósitos en el sistema financiero han exhibido una muy buena dinámica en los últimos cinco años, con un crecimiento promedio en torno al 19%. En diciembre del 2013 los depósitos totalizaron G. 57,7 billones (US$ 12.646 millones), equivalente al 45% del PIB. En tan solo ocho meses, de diciembre a agosto 2014, la cuenta exhibió un crecimiento del 12%.

Para un mejor análisis del comportamiento de la cuenta de depósitos, la subdividimos en depósitos a la vista y a plazo. Las cuentas corrientes y cuentas de ahorro a la vista constituyen las cuentas líquidas, de disponibilidad inmediata para el consumidor, conocidas como a la vista. Por otro lado, los certificados de depósitos de ahorro (CDA), cuentas de ahorro a plazo fijo, así como títulos de inversión integran lo que se denomina como depósitos a plazo, regidos por ciertas pautas preestablecidas con el cliente, como tasas de interés, plazos de vencimiento de capital y forma de pago de intereses.

La confianza en el sistema financiero paraguayo, así como bajas tasas de intereses alrededor del mundo han mejorado en gran medida la composición de los depósitos en nuestro país. En el pasado, luego de la crisis financiera a principios de los 2000, el 76% de los depósitos eran mantenidos en cuentas a la vista. En agosto de este año las cuentas líquidas representaron el 56% de los depósitos, una disminución del 26%. El restante 43% se encuentra en cuentas a plazo, en su mayoría colocados en certificados de depósitos de ahorro.

Con relación a los depósitos por monedas, cabe resaltar el retorno a la confianza en el guaraní por parte del consumidor financiero. Al examinar la composición de los depósitos según la denominación de la divisa, se observa una salida de la moneda local durante la crisis del 2002 cuando los depósitos denominados en moneda extranjera (dólares norteamericanos) representaban el 66% del total en el sistema financiero. Diez años más tarde, luego de una sólida trayectoria de la economía paraguaya, acompañada de una estabilidad macrofinanciera, sobre todo en relación al tipo de cambio guaraní-dólar, se observa una vuelta hacia los depósitos en moneda local. Las cifras registradas a agosto de 2014 muestran un pequeño retroceso de los depósitos en guaraníes con relación a las monedas extranjeras, fruto de dos años de exportaciones récord, especialmente en los sectores agrícola y ganadero.

Como se ha resaltado en artículos anteriores, esta elevada proporción de depósitos a la vista dificulta a las entidades financieras a otorgar préstamos a largo plazo, necesarios para un mayor y sostenido crecimiento de la economía. Sin embargo, no solo es imprescindible elevar la porción de depósitos a plazo, sino que también diversificar las opciones para los depositantes. Actualmente, los CDA constituyen prácticamente la única alternativa; con un sistema financiero más diversificado se podría lograr una disminución de la liquidez primaria así como la secundaria. En el próximo número del Suplemento Económico estaremos analizando el sistema financiero nacional a mayor profundidad, observando el comportamiento de las tasas de interés, la morosidad, los márgenes de las entidades financieras y sus indicadores.

Suba

Para finales de 2014 se podría esperar una suba en la participación del sistema con relación a la economía, con un importante aumento interanual del activo.

Encaje

Acompañando el crecimiento de la cartera, los encajes han aumentado 20% durante el periodo revisado, con un peso equivalente al 12% del activo.

Sectores

Los créditos en el país se dividen en nueve sectores económicos: Agricultura, Ganadería, Industria, Comercio por Mayor, Comercio por Menor, entre otros.

Control

A través de la Superintendencia de Bancos, el Banco Central del Paraguay mantiene un riguroso control sobre el sistema financiero nacional.

Cuentas

Ctas. ctes. y ctas. a la vista constituyen las más líquidas, de disponibilidad inmediata para el consumidor, conocidas como a la vista.

Confianza en el sistema

La confianza en el sistema financiero paraguayo, así como bajas tasas de intereses alrededor del mundo han mejorado, en gran medida, la composición de los depósitos en nuestro país. En el pasado, luego de la crisis financiera a principios de los 2000, el 76% de los depósitos eran mantenidos en cuentas a la vista.

Cartera de créditos

Al cierre de agosto 2014, la cartera de créditos del sistema financiero alcanzó un nivel de G. 53,1 billones (US$ 12.218 millones), con un crecimiento interanual de 19% en términos nominales y 14% en cifras constantes (descontando el efecto de la inflación). Los créditos en el Paraguay se dividen en nueve sectores.

Una de las cuentas de mayor importancia en lo que va del 2014 es la de inversiones, compuesta de valores públicos (bonos del Tesoro, letras de regulación monetaria) así como valores privados (CDA, bonos corporativos). Dicha cuenta presentó un crecimiento promedio de 9% en los últimos cinco años.

La elevada proporción de depósitos a la vista dificulta a las entidades financieras otorgar préstamos a largo plazo, necesarios para un mayor y sostenido crecimiento de la economía. Sin embargo, no solo es imprescindible elevar la porción de depósitos a plazo, sino que también diversificar las opciones.

Desde el 2008 se utiliza una división numérica para clasificar a los tomadores de créditos, donde un 1 representa un excelente historial y un 6 una calificación muy pobre. En el 2012 incorporaron dos subdivisiones dentro de la categoría 1, añadiendo carteras morosas hasta 30 y 60 días de atraso.

 

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