Expectativas e incertidumbres ante la devaluación del yuan chino

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Medidas expansivas

Ante los resultados con tendencia negativa de los principales indicadores económicos, las autoridades chinas anunciaron que usarían varias herramientas de política monetaria para mantener los niveles adecuados de liquidez y la expansión económica en torno a la previsión de crecimiento del PIB del 7%. De acuerdo a fuentes extraoficiales, uno de los paquetes previstos es una emisión de bonos apuntados al financiamiento de obras de infraestructura, valorizados en 1 billón de yuanes (US$ 161.000 millones). Por otra parte, se esperaban disminuciones en impuestos al comercio exterior y modificaciones a las regulaciones bancarias. Una devaluación de la moneda era una opción poco probable debido al fuerte control ejercido por el Banco Popular Chino (banco central-PBOC por sus siglas en inglés) sobre el tipo de cambio (conocido como el yuan o renminbi).

El 11 de agosto, el PBOC sorprendió al mercado internacional con una mayor liberación del mercado de divisas, resultando en una devaluación del yuan de 2%, la mayor caída registrada desde 1994. Del mismo modo, las autoridades anunciaron que el método de cálculo incluiría mayores datos de mercado. Previamente, la agencia establecía un tipo de cambio a la apertura de cada sesión diaria, con una banda de fluctuación de más/menos 2%. En realidad el yuan permanecía bajo estricto control del PBOC, incluso con un limitado número de participantes. A partir del 11 de agosto, las autoridades afirmaron que, además de la mayor apertura del mercado, la cotización de referencia del yuan incluiría informaciones de los operadores, niveles de cierre del día anterior, así como las tasas y las cotizaciones de las principales monedas a nivel mundial.

Si bien, el verdadero porqué de la devaluación es incierto; se puede estimar que el Gobierno chino se encuentra reestructurando parte de su programa económico en un intento por revitalizar la economía, como se verá en las siguientes líneas.

En primer lugar se estima que la banca matriz intente equiparar al yuan con las demás monedas de referencia como el yen japonés, el euro y la libra esterlina, los cuales descendieron en 22%, 21% y 8% con relación al dólar, en términos interanuales. Una moneda fortalecida juega en detrimento del sector exportador debido a que sus productos en los mercados internacionales pierden competitividad frente a aquellos provenientes de otros países con un tipo de cambio con tendencia a la baja respecto a la moneda de referencia – en este caso el dólar norteamericano. Es decir, los productos chinos en EE.UU. se están encareciendo frente a los europeos, debido a que la moneda de la UE ha perdido valor frente al dólar, mientras que el yuan se ha mantenido estable. Este punto no es menor, ya que el sector exportador equivale al 40% del PIB chino.

Por otra parte, algunos analistas comentan que la devaluación se debe al anhelo del Gobierno comunista de ubicar al renminbi entre las monedas de reserva internacional, también conocido como el DEG (Derechos Especiales de Giro). El DEG es un activo de reserva (moneda sintética) creado en 1969 por el Fondo Monetario Internacional para complementar las reservas oficiales de los países miembros. Su valor está basado en una canasta de cuatro monedas internacionales fundamentales: el dólar, la libra esterlina, el euro y el yen. Los DEG pueden ser intercambiados por monedas de uso libre que integran la canasta del DEG.

Dos criterios determinan que una moneda forme parte del DEG. En primer lugar, el país emisor debe ser un gran exportador, y en segundo, la moneda debe ser de uso libre. Obviamente, China cumple ampliamente con el primer requisito, con exportaciones promediando el 11% del total a nivel mundial.

El segundo criterio se torna un poco más complejo, ya que la moneda debe ser ampliamente utilizada en transacciones internacionales y debe ser negociada habitualmente en los principales mercados de divisas. Con la devaluación a principios de agosto y la liberalización de ciertas exigencias para la participación en el mercado de divisas, el yuan chino se acerca a completar los requisitos impuestos por el FMI para que la moneda integre el DEG.

Impacto en la bolsa

Las bolsas de valores en el gigante asiático vienen cayendo desde mediados de junio, luego de que varios indicadores apunten a una ralentización económica mayor de la esperada inicialmente con una fuerte posibilidad que el crecimiento se sitúe por debajo del 7%. Dichas estimaciones e indicadores dieron lugar a una venta masiva de acciones, llevando a una pérdida valuada en US$ 4 billones en poco menos de dos meses. En respuesta a esto, el gobierno de Shanghái creó una agencia estatal para el manejo de la crisis, dotándola de más de US$ 400 mil millones para detener la caída en los mercados de valores. Por otra parte, el Estado prohibió la venta de papeles por parte de accionistas mayoritarios e instruyó a las compañías estatales que cotizan en bolsa a comprar sus propias acciones.

La volatilidad volvió a aumentar a partir del 14 de agosto, luego del anuncio de la Comisión Reguladora de Valores de China que las medidas anticíclicas en la bolsa de valores serían suspendidas, a no ser que se presenten volatilidades inusuales que atenten contra el sistema. En la semana siguiente, del 17 al 21 de agosto la bolsa de Shanghái registraría una pérdida de 11,5%.

Lunes negro

Pocos días después, el lunes 24 de agosto las bolsas chinas se desplomaron. El Índice Compuesto de Shanghái cerró en un nivel 8,5% por debajo del día anterior, la mayor caída en 8 años, borrando de esta manera todas las ganancias del 2015. La caída se esparció a nivel mundial, con las bolsas americanas descendiendo 3,94%, 3,57% y 3,82% –S&P 500, Dow Jones y Nasdaq– al igual que el DAX alemán, el FTSE inglés, y los demás índices globales.

A diferencia de las caídas anteriores, el Gobierno chino no salió a calmar las ansias, lo que derivó en una nueva caída del 7,6% el 25 de agosto.

El Gobierno chino se hizo presente en los mercados, pero esta vez con medidas más tradicionales, como aquellas aplicadas por economías abiertas. El PBOC inyectó 150.000 millones de yuanes (US$ 23.400 millones) al mercado de divisas para contener la volatilidad de la moneda. Por otra parte, redujo el coeficiente de reserva de capital del sector bancario – es decir, el dinero que los mismos deben guardar en sus bóvedas. La reducción de este indicador se traslada directamente a mayor liquidez para realizar préstamos, al mismo tiempo de reducir los costos de fondeo del sistema financiero. Del mismo modo, las autoridades monetarias del gigante asiático redujeron la tasa de interés de referencia sobre activos y pasivos y liberó la fijación de tasas para depósitos mayores a un año. Para aquellos con plazos de 365 o menos, los bancos pueden ofrecer hasta 150 puntos bases sobre la tasa de referencia. Como fue mencionado anteriormente, se asiste a un hecho histórico de mayor apertura del mercado chino, fomentada por el propio estado comunista.

Efectos sobre el resto del mundo

A nivel mundial la crisis en China tendría impactos sobre todo relacionados a los precios de los commodities y movimientos del comercio exterior.

En primer lugar, una economía china a la baja y un yuan devaluado incidiría negativamente en las importaciones, como ya se ha observado en los últimos datos de comercio. En este punto cabe señalar que con sus 1.300 millones de habitantes, el mercado chino es extremadamente importante en el comercio mundial, ubicándolo como uno de los principales compradores de petróleo, soja, hierro, cobre, entre otros. Ante esta situación, los mercados han reaccionado velozmente. El precio del crudo de petróleo ha alcanzado valores mínimos no observados desde la crisis de 2008, bordeando los US$ 40 por barril en el referencial Brent. La misma tendencia fue observada en las cotizaciones de la soja, el hierro y el azúcar, entre otros.

Si bien la devaluación de la moneda puede generar un impacto positivo en las exportaciones, varios insumos y materias primas de la producción del país asiático son importados, por lo que el efecto neto sobre la disminución en los costos de producción sería reducido.

En el mercado de capitales internacionales, el revuelo en las bolsas chinas se presentó como una buena oportunidad para liquidar posiciones y retirar ganancias de las economías emergentes, volcando el dinero nuevamente hacia los activos considerados de alto valor como el dólar norteamericano. Al 12 de junio de 2015, por ejemplo, la bolsa de Shanghái se había apreciado 59,7% en el año.

Otra de las posibles consecuencias es el retraso del aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de los EE.UU. debido al debilitamiento de los mercados y a una menor competitividad de los productos norteamericanos.

Efectos sobre Paraguay

Antes de comentar acerca de los posibles efectos de las dificultades económicas de China sobre el Paraguay, se debe aclarar un punto sumamente importante: debido a que nuestro país fue uno de los primeros en reconocer la independencia de Taiwán, existen pocas relaciones comerciales con China.

Pero que Paraguay no exporte sus principales productos al gigante asiático –soja y carne – no significa que esté libre de los efectos que puedan provenir del oriente. Una reducción en las compras de soja –mercado en el cual China representa más del 60% de las importaciones a nivel mundial– no solo se traduce en una baja en las cotizaciones internacionales. Un remanente de producto en los grandes países exportadores genera mayor competencia para colocar los commodities en los demás mercados. En el rubro de la carne, por ejemplo, una disminución en las compras provenientes de China –el 5º mayor importador– aumenta la oferta exportadora del Brasil, quien intentará colocar su excedente en otros mercados, como el ruso o el chileno, a precios más bajos.

El sector industrial también podría ser golpeado por la devaluación del yuan, debido al ingreso de productos chinos a menores precios, aunque cabe mencionar que, por el momento, no se espera un fuerte impacto, ya que la devaluación del yuan es del 3%.

En los mercados financieros, la corrida a activos con mayor respaldo ya viene afectando al tipo de cambio del guaraní con relación al dólar norteamericano. En este punto se destaca un efecto doble. Por un lado, la mayor demanda de dólares presiona un tipo de cambio al alza. Por otra parte, la baja en los precios de los commodities reduce el ingreso de divisas extranjeras correspondientes a las ventas internacionales, aumentando la brecha entre el guaraní y las monedas de referencia.

Por último, el problema de China tendrá un gran impacto en la ya deprimida economía del Brasil por el hecho de ser su principal destino de exportación.

Mayores riesgos económicos en nuestro país vecino afectará al Paraguay, donde ya se ha comenzado a observar una disminución en las exportaciones, en las ventas de frontera y un aumento en el ingreso de productos brasileños de contrabando.

PBOC

El 11 de agosto, el PBOC sorprendió al mercado internacional con mayor liberación del mercado de divisas, resultando en una devaluación del yuan.

Incierto

El verdadero porqué de la devaluación es incierto, pero se puede estimar que el Gobierno chino se encuentra reestructurando parte de su plan económico.

Crisis

A nivel mundial la crisis china tendría impactos relacionados a los precios de los commodities y movimientos del comercio exterior.

Opción

Una devaluación del yuan era una opción poco probable debido al fuerte control ejercido por el Banco Popular Chino (banco central - PBOC)

Apertura

Además de la mayor apertura del mercado, la cotización de referencia del yuan incluiría informaciones de los operadores, niveles de cierre del día anterior.

Crudo

El precio del crudo de petróleo ha alcanzado valores mínimos no observados desde la crisis del 2008, bordeando los US$ 40 por barril.

Ansias

A diferencia de las caídas anteriores, el Gobierno chino no salió a calmar las ansias, lo que derivó en una nueva caída del 7,6% el 25 de agosto.

Corrida

En los mercados financieros, la corrida a activos con mayor respaldo ya viene afectando al tipo de cambio del guaraní con relación al dólar.

Bajo precio internacional

Que Paraguay no exporte a China –soja y carne– no significa que esté libre de los efectos que puedan provenir del oriente. Una reducción en las compras de soja –mercado en el cual China representa más del 60% de las importaciones a nivel mundial– no solo se traduce en una baja en las cotizaciones internacionales.

Industrias golpeadas

El sector industrial de Paraguay también podría ser golpeado por la devaluación del yuan debido al ingreso de productos chinos a menores precios, aunque cabe mencionar que, por el momento, no se espera un fuerte impacto, ya que la devaluación del yuan es del 3%.

* El problema de China tendrá un gran impacto en la ya deprimida economía del Brasil por el hecho de ser su principal destino de exportación. Mayores riesgos económicos en nuestro país vecino afectarán al Paraguay, donde ya se ha comenzado a observar una disminución en las exportaciones.

* Si bien el verdadero porqué de la devaluación es incierto, se puede estimar que el Gobierno chino se encuentra reestructurando parte de su programa económico en un intento por revitalizar la economía, como se verá en las siguientes líneas.

* Las bolsas de valores en el gigante asiático vienen cayendo desde mediados de junio, luego de que varios indicadores apunten a una ralentización económica mayor de la esperada inicialmente con una fuerte posibilidad de que el crecimiento se sitúe por debajo del 7%.

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