Jubilados provisorios y empleados reincorporados colaboran gratuitamente

En el comentario anterior sobre el Balance 2013 de la Cajubi hicimos hincapié en que el revalúo de los inmuebles, de G. 79.808.000.000, arrojó un aumento del Patrimonio Neto (PN) y la “rentabilidad” en un porcentaje del 7,3153%. De no haberse hecho este revalúo, la rentabilidad real sería solamente del 10,6247%, aun así suficiente para el 2014 y, según la nueva meta actuarial, también para el año 2015 en adelante.

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Habíamos mencionado además que entre las nuevas premisas para evaluar el ejercicio del año 2015 en adelante (RDE 103/16 y RCA 020/16) se tomó la tasa del 5,5 % (Tasa real) + IPC (Estimado en 4,5% a largo plazo). Sobre esta base, la nueva meta actuarial de rentabilidad estaría en 10,2475%.

Revisado los balances de la Cajubi, desde el 2013 al 2015, tenemos los siguientes valores e informaciones que se detallan a continuación: El Patrimonio Neto del 2013 fue de G. 1.288.980.084.706; el del 2014 G. 1.423.848.884.865 y el del 2015 G. 1.596.442.396.705. Sin embargo, el déficit actuarial al 31/12/2014 fue de G. 4.227.155.546.751; es decir U$ 913.300.000.

Antes de ahondar en estos intricados laberintos, es necesario realizar algunas observaciones concretas sobre ciertos aspectos que podrían estar distorsionando el Patrimonio Neto (PN) y la rentabilidad real de la Cajubi.

1.- De acuerdo a los reclamos que venimos realizando en nuestras series, existen aproximadamente cerca de 200 jubilados que reciben sus haberes en forma provisoria. Es decir, haberes con monto inferior a lo que legalmente le corresponde recibir. Algunos, los más antiguos, ya van por más de 2 años y cuatro meses. Los menos antiguos, entre 9 a 18 meses.

Los valores adeudados que le correspondería recibir a más, a cada uno, varían entre G. 1.500.000 y G. 3.000.000, por mes. Haciendo un promedio generoso de G. 2.000.000, por mes que los “jubilados provisorios” están recibiendo a menos, por un promedio de tiempo, también generoso, de 24 meses, tendríamos que la Cajubi les adeuda a estos 200 Jubilados la suma aproximada de G. 9.600.000.000 (G. 2.000.000 x 24 meses x 200 afectados).

Esta suma de dinero formó parte del Patrimonio Neto de la Cajubi y generó riqueza acumulativa entre el 2014 y 2015; sin embargo, esta no fue repasada a los “jubilados provisorios”.

Si sometemos este valor “prestado” por los jubilados a la rentabilidad del 15,10 % del 2015, por ejemplo, obtenemos una ganancia de G. 1.449.600.000. Afirmamos esto al no figurar en el balance como una “deuda a pagar” en el Pasivo.

Además, este concepto desvirtúa la composición real del Patrimonio Neto al estar integrado como un recurso propio que aumentó la rentabilidad con el dinero adeudado a los Jubilados. Lo justo sería repasarles proporcionalmente las ganancias a estos “prestamistas forzados”.

2.- Durante el transcurso de los años 2012 y 2013 la CAJUBI recibió aportes, obrero y patronal, por los salarios caídos de aproximadamente 120 empleados reincorporados a la Itaipú Binacional por la suma aproximada de G. 14.000.000.000; es decir, USS 3.053.142 (cambio de G. 4.585,44, según cotización al 31/12/2013).

A estos empleados reincorporados, la Cajubi no les reconoció los aportes efectuados por el tiempo en que estuvieron fuera de la entidad, por “haber perdido su condición de afiliado”, pero tampoco les devolvió sus aportes en forma automática, al menos, hasta finalizar el año 2015. Estos aportes también colaboraron para la generar lucros o ganancia en los últimos años. Llevando estos valores a un cálculo matemático tendremos una utilidad estimativa de: G. 14.000.000.000 x 15,1% (rentabilidad del 2015 sobre el PN) = G. 2.114.000.000. Esta suma, incluso colocando en una CDA al 12%, se ganaría algo.

La peor forma de invertir ese monto adeudado a los empleados re-incorporados sería otorgando un “crédito al emprendedor” a un miembro del Consejo o a su parentela, a una tasa de 11,5%, con dos años de gracia y 20 años de plazo.

Estos aportes, obrero y patronal, también desvirtúan la composición real del Patrimonio Neto de la Cajubi debido a que en el pasivo no figura como “exigible” o como una deuda a pagar. Al pasar desapercibido en el balance, integra el PN como un recurso propio y como tal genera ganancias para aumentar el porcentaje de rentabilidad y el Patrimonio Neto.

Sería justo, al igual que lo adeudado a los “jubilados provisorios”, devolver los aportes con el promedio de rentabilidad obtenida. Caso contrario, sería una apropiación indebida de los bienes de terceros; es decir, de los “jubilados provisorios” y empleados re-incorporados.

En resumen, sin la ayuda de estos valores mencionados en concepto de haberes pendientes de pagos en poder de la Cajubi, de los aproximados 200 “jubilados provisorios”, sumados a la no devolución de los aportes obrero y patronal recibidos por los 120 empleados reincorporados, se tendría una rentabilidad inferior.

Aun así, esta rentabilidad sería casi igual a la meta actuarial para los años 2015 y 2016, estimada en aproximadamente el 10,2475%.

No debemos olvidar que la Cajubi, en su Balance del año 2015 (página 31), mencionó que los argumentos utilizados por la patrocinadora (IB) para cambiar o modificar las premisas actuariales fueron las utilidades obtenidas por encima de la meta actuarial, en los tres últimos ejercicios. Pero ¿qué hubiera pasado si no se hacía la re-avaluación de los inmuebles en el 2013? Sencillo, la rentabilidad real sería del 10,6247% en ese año; y del 10,2415% en el 2014; conforme comentarios de arriba.

Amable lector, ¿Cuál sería la diferencia con la nueva meta actuarial del 2015 en adelante, del 10,2475%? ¿Por qué necesitamos levantar del 4% al 5,5 + IPC la tasa real de interés?

Se recuerda que el argumento principal de la actual administración es que hubo una disminución de propósito de estas mismas premisas, como una especie de cortina de humo de las administraciones anteriores (hoy casi plenamente en Tacumbú) para esquilmar la Cajubi. Es decir, se presume que hubo un manipuleo de las premisas para desfondar la Cajubi. Esta maniobra nos llevó a lo que se conoce como el “robo del siglo”. ¿No se puede pensar lo mismo en este mágico cambio de premisas en un año?

Recordemos además que el cambio de las premisas es lo que realmente influyó para la disminución del déficit en US$ 381 millones a menos (US$ 913-532) del 2014 al 2015. No basta haber superado la rentabilidad actuarial durante los últimos tres años. Tampoco basta que haya un aumento, real o ficticio, del Patrimonio Neto, PN de nuestra previsional.

Los problemas estructurales, la aplicación sesgada de la Ley 1361/88, la variación del dólar, la burbuja creada con los inmuebles, la peligrosa “guaranización” de casi el 95% de nuestras inversiones, los excesivos gastos administrativos (la miniindustria del viático entre los consejeros, la equiparación del CCCT de Cajubi al de IB, etc.), son las verdaderas causales de nuestro desfasaje actuarial y consecuente futuro incierto.

Aclaremos que los gastos administrativos de la Cajubi son financiados por la IB, pero esto no debe crear abusos.

Nos preguntamos: ¿Cuántas veces y durante cuántos años viene ocurriendo esto y nadie notó? ¿Cuántos casos similares existirían dentro del patrimonio de la Cajubi? ¿Qué hacemos ante este lúgubre panorama? Aquí no importa que el monto sea exiguo con relación al Patrimonio Neto, sino los procedimientos y atajos adoptados por sus administradores.

Si con montos pequeños se actúa de esta forma, ¿que sería con los montos mayores? “El que no es fiel en lo poco, tampoco será fiel en lo mucho”.

(*) Ex secretario general del STICCAP, jubilado de la Itaipú.

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